Micaela García tenía 21 años y militaba en el «Movimiento Evita». Encontraron su cuerpo este 8 de abril a pocos kilómetros de donde habían encontrado, previamente, su ropa. Según el medio trasandino Página 12, el principal sospechoso, Sebastián Wagner, fue quien entregó datos claves para localizar el cuerpo de la joven.
No es primera vez que Wagner es acusado de agredir a una mujer, pues en 2010 ya había sido condenado por dos casos de violación. Aún así, hasta el día de su nueva detención -el viernes 7 recién pasado- figuraba en libertad condicional bajo la orden del juez Carlos Rossi. «Este tipo de jueces no lo podemos tener», dijo el presidente argentino Mauricio Macri a los medios de su país.
El propio hermano del acusado, Maximiliano Wagner, dijo a Radio La Red este lunes que su mellizo debiese estar bajo cadena perpetua: «Mi hermano tendría que estar preso. La pena de muerte no se la deseo a nadie, pero que no salga más». Agregó que su madre fue quien lo entregó y que, al parecer, la tenía amenazada.
Durante este sábado miles de personas se movilizaron en Argentina para pedir justicia con la víctima fatal de Wagner y repudiar la actuación del juez Rossi. A pesar de la masiva conmoción y numerosos actos de apoyo, una funcionaria del Ministerio de Modernización de la Nación se tomó las redes sociales para ironizar y jugar con el fatal suceso: «Ahora van a decir que a Micaela García la mandó a asesinar Macri porque era del Movimiento Evita jajaja…», tuiteó.
La familia de Micaela García pidió ante los medios «no hacer justicia por mano propia» y recordaron que su hija «quería cambiar estas cosas de la sociedad«. Su compatriota del Vaticano, el Papa Francisco, los llamó personalmente para expresar sus condolencias.