El presidente de Bolivia, Evo Morales, es declarado amante del fútbol. Sin embargo, en la reciente inauguración de un estadio, no logró mostrar lo mejor de su talento y lanzó un remate fallido que terminó golpeando a dos militares que se encontraban en la ceremonia.
El incidente ocurrió el pasado domingo, en la fiesta de apertura del estadio de fútbol en Villa Ingenio en El Alto, en la ciudad de La Paz. Minutos después, se brindaría un amistoso entre los dos clubes más tradicionales de Bolivia: The Strongest y Bolívar, quienes disputaron la final de la Copa La Paz.
El nuevo recinto, que albergaba a más de 23 mil fanáticos, presenció la victoria de The Strongest sobre Bolívar por 3-2. Evo ya había sumado algunos capítulos de humor en la cancha: por ejemplo, en 2010, cuando recibió y repartió patadas en un partido amistoso del que salió lesionado.
Morales, de 57 años, dio por superado el problema de inmediato y se dispuso a aplaudir la inauguración del estadio, mientras algunos aficionados aún reían por el remate fallido. El nuevo estadio fue construido por el Gobierno, a 4071 metros sobre el mar, y costó cerca de USD 8 millones.