Enaltecimiento o justificación pública del terrorismo por su «participación material, directa y voluntaria». Eso dicta la sentencia del pasado 21 julio que emitió la Audiencia Nacional española contra Darío P.G.
El hombre de 26 años, entre 2013 y 2015, publicó mensajes en Twitter que «son un claro ejemplo del discurso del odio que incita a la violencia nunca amparable en el ejercicio de la libertad de expresión«, según dice el fallos.
Los mensajes aludidos corresponden a diferentes tuits publicados. «#quiero una selfie con la nuca de Miguel Ángel Blanco» o «Y me hundo… como la nuca de Miguel Ángel Blanco«, son algunos de ellos, en referencia a un ex concejal español que fue asesinado por ETA en 1997.
«Joder, en vez de tirotear Charlie Hebdo ya podrían haber ido a la redacción de @elmundoes o @elpais-españa. Mucho más productivo» o un mensaje contra la ex jefa del gobierno en Madrid Esperanza Aguirre -«asesina de niños se te queda corta. Que vuelvan los Grapo o ETA y te den tu merecido, escoria«- fueron otros tuits citados en El Mundo.
«Estos mensajes generan un clima de violencia al añorar acciones terroristas de organizaciones que han venido operando largo tiempo en nuestra nación», argumenta el tribunal.
La condena recuerda una similar ejercida contra Cassandra Vera, una joven trans quien se burló del asesinato del almirante Luis Carrero Blanco a través de Twitter y recibió un año de prisión.