«Este es Noah, mi hijo de al medio de 3 años. Mis otros dos hijos son niños tan estereotípicos como se puede ser. ¿Pero Noah? Él ama a las princesas, especialemente Elsa. Él se sabe absolutamente cada palabra de ‘Let It Go’ y la mayoría de las otras canciones de Frozen. Vamos a ir a Disneyland Paris en noviembre y, cómo sabía que le encantaría, traté de anotarlo en la actividad ‘Princesa por un día’. Pero Disney me contestó para decirme que no pueden incluirlo… porque es un niño».
Así comienza una entrada en Instagram de Hayley McLean, la madre de un menor de 3 años al que Disney le negó la posibilidad de disfrazarse de su ídola Elsa en el parque de atracciones EuroDisney.
En una entrada en su blog personal titulada «¿Por qué mi hijo no puede ser una princesa en Disneyland? Una carta abierta a Disneyland Paris», McLean contó cómo el sueño de su hijo se había transformado en pesadilla. La experiencia era una sorpresa para el pequeño Noah, de tres años, un apasionado como cientos de miles de niños de la princesa Elsa, protagonista de la película «Frozen», y cuyo traje él lleva «a todas horas, todos los días», incluso para dormir.
«Decidí ofrecerle ‘Princesa por un día» un poco antes de navidad. Sabía que nada le gustaría más que llevar un vestido bonito, maquillarse como mamá y ser fotografiado como una de sus queridas princesas Disney», cuenta la madre, en declaraciones difundidas por Le Parisien.
Disculpas de la multinacional
«La experiencia está abierta a todos los niños de entre 3 y 12 años. Nos pusimos en contacto con la familia para disculparnos por haberle dado una información incorrecta», ha confirmado este viernes una portavoz del parque a la agencia EFE. Se trató, añade, de un error humano por parte de uno de sus empleados, y la empresa ya ha mandado un mensaje a todos sus trabajadores para recordarles que no hagan distinciones de sexo.
El empleado que respondió la solicitud a Hayley dijo que no permitió a Noah participar porque la actividad no estaba disponible para niños. Ella, en un viralizado post en su Facebook, replicó abiertamente: «¿no se le permite experimentar las mismas experiencias que las niñas que vienen al parque simplemente porque él es «un niño»?.
Finalmente, y tal como publicó la madre en una segunda entrada en su blog llamada «La última palabra en el drama Disneyland», la multinacional se disculpó con ella. Además, la empresa ha corregido la descripción de la actividad, que anima ahora a «realizar el sueño de cualquier niño, con un maquillaje y un peinado de verdadera princesa. Una metamorfosis de cuento de hadas, que guardará en su memoria para siempre».
Disney ha querido (con sus tiempos de macro compañía) adaptarse a la sociedad y, de hecho, hace menos de un mes anunciaban que el próximo año presentarán a su primera princesa homosexual.