La Procuraduría General de Justicia confirmó este viernes la muerte de la activista medioambientalista Guadalupe Campanur Tapia, quien trabajó de guardabosque en el territorio indígena de Cherán, en el Estado mexicano de Michoacán.
Su cuerpo fue encontrado la noche del martes en el municipio de Chilchota, en la misma entidad.
Campanur Tapia, de 32 años, fue estrangulada, pero la Fiscalía todavía no pudo definir si el asesinato ocurrió por su activismo o si fue motivado por otra razón.
La muerte de Campanur Tapia ha generado conmoción en Cherán, un municipio conocido por ser un ejemplo único de autogobierno en México y donde viven alrededor de 20.000 personas. La activista fue parte de la transformación social que vive esta comunidad desde el 2012, cuando los vecinos establecieron un gobierno comunal y crearon un Consejo Mayor, encargado de regular la vida pública en el municipio. Los habitantes se hicieron cargo incluso de la seguridad, organizando rondas comunitarias para proteger una región que hasta entonces estaba marcada por la explotación ilegal de madera.
Organizaciones civiles, amigos y activistas crearon el hashtag #JusticiaparaLupita para exigir que el crimen no se quede impune.