Movimientos pro alimentación saludable y animalistas han logrado profundizar muy bien sus demandas en Francia. La última medida en relación a la temática tomada por el gobierno es que desde 2022 los huevos frescos que se vendan en el país «procederán de gallinas que vivan al aire libre y no encerradas en jaulas».
Esta fue una de las promesas de campaña del actual presidente Emmanuel Macron, que esta semana fue oficializada por su ministro de Agricultura, Stephane Travert. Cabe destacar que Francia es el mayor productor de huevos a nivel mundial, moviendo más de US$17.368 millones al año.
A pesar de eso, las encuestas han dicho que el 90% de los franceses están a favor de la prohibición de las granjas destinadas a la producción industrial de este alimento. Estas han sido criticadas por las malas condiciones en que mantienen a los animales (espacios pequeños y sin luz natural) y también porque los riesgos para la salud de las gallinas podrían terminar traspasándose a los consumidores de sus huevos.
Previo a la entrada en vigencia de la normativa, varios supermercados del país han acogido la medida, vendiendo sólo huevos procedentes de criaderos al aire libre. Es importante aclarar que este proyecto no pone fin a los criaderos con jaulas en Francia ya que estos se seguirán utilizando en productos en base a huevo.