El abogado Antonio Remiro Brotons es uno de los profesionales que representa a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y en medio de este proceso mostró su lado más emotivo al hablar de los bolivianos y cómo estos lo recibieron en su país.
En esa línea, el leguleyo de origen español contó que los habitantes del país altiplanico son tan afectivos como desconfiados. «Sobre todo con los como yo, con europeos. Estos vienen aquí como mercenarios. Cuando advierten que no eres exactamente un mercenario, te implicas en su causa, entonces te abren su corazón de tal manera que, realmente, a mí me emociona», reveló entre lagrimas.
«Soy muy duro habitualmente. Soy emotivo, pero cuando una causa como esta es tan vivida por la gente, uno se siente mucho más atrapado por ella. Entonces, no quiero fallar«, agregó.
Sobre la demanda marítima, declaró que «es una pérdida para cualquier país, pero más lo era porque Bolivia disfrutó del mar. Era como ir a Granada, haberlo visto y haber perdido los ojos».