El medio latinomaericano teleSUR recopiló fragmentos de cinco discursos de representantes de estados del mundo, a favor y en contra del ataque criminal que la madrugada del sábado 14 (hora local) realizó Estados Unidos (EE.UU.), Francia y el Reino Unido contra el pueblo de Siria.
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1. «Si tenían pruebas, ¿Por qué no se las dieron a la OPAQ? (Organización Para la prohibición de las Armas Químicas)».
Bashaar Al Jaafari. Embajador de Siria ante la ONU.
«La historia de los tres países agresores se basa en el uso de mentiras e historias fabricadas para librar guerras con el objetivo de ocupar países y controlar sus capacidades y cambiar sus regímenes por la fuerza (…) Si sabían la ubicación de las fábricas químicas, ¿Por qué no se lo dijeron a la OPAQ?».
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2. «Estamos reparados para mantener la presión si el régimen sirio es tan estúpido como para poner a prueba nuestra voluntad».
Nikki Haley, embajadora de EE.UU. ante la ONU.
Asimismo, Donald Trump agregó que «estamos preparados para sostener esta campaña hasta que el régimen sirio termine su uso de agentes químicos prohibidos».
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3. «Estados Unidos no necesita pruebas (…) prefieren apuntar con el dedo a un culpable»
Serguei Lavrov, canciller de Rusia.
«Parece que Estados Unidos no necesita pruebas, ni ahora ni en el pasado. Prefieren apuntar con el dedo a un culpable (…) El presidente Putin pidió a Francia compartir esas pruebas (del supuesto ataque químico en Duma) con Rusia porque seríamos los primeros en querer poner fin al uso de armas químicas, la respuesta fue negativa».
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4. «El ataque a Siria era indispensable para recuperar la credibilidad»
Emmanuel Macron, presidente de Francia.
«El ataque a Siria era indispensable para recuperar la credibilidad de la comunidad internacional (…) fue un éxito militar que no supone que Francia haya declarado la guerra a Siria».
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5. «Los gobiernos y organismos tienen dos caminos: condenar actos genocidas de EE.UU. o callarse como cómplices».
Evo Morales, presidente de Bolivia.
«Ante el ataque despiadado del imperio contra el hermano pueblo de Siria, los gobiernos y organismos internacionales del mundo tienen dos caminos: defender la soberanía y condenar los actos genocidas e intervenciones de EE.UU., o callarse como cómplices de la tiranía imperialista».