Iván Duque, el político que cuenta con el apoyo del ex mandatario de derecha Álvaro Uribe, se impuso en segunda vuelta ante el izquierdista Gustavo Petro con el 53,85% de los votos y una diferencia de más de 12 puntos.
Uno de los puntos clave para el nuevo presidente colombiano, que asumirá en agosto el cargo, es la implementación de cambios en el acuerdo de paz con la FARC
En su primer discurso tras resultar vencedor, Duque anunció su intención de hacer «correcciones» al pacto que a finales de 2016 puso fin a medio siglo de conflicto armado.
Durante la campaña, el mandatario electo fue enfático en expresar su intención de que los jefes de la ex guerrilla no ocupen ninguno de los diez escaños parlamentarios reservados para el ahora partido FARC, sino que, por el contrario, vayan a la cárcel. En tanto que para las bases, sostuvo que mantendrá la promesa de que se reincorporen a la vida civil.
En tanto que Rodrigo Londoño («Timochenko») respondió a las palabras del hombre de confianza de Álvaro Uribe apuntando que «respetamos las opiniones de él, por eso solicitamos una reunión para escuchar qué quiere decir cuando habla de correcciones».
Con 41 años, el ex senador se convirtió en el mandatario electo más joven y más votado en la historia moderna de Colombia con 10,3 millones de votos, obteniendo el 53,98% de los votos contra el 41,81% del ex guerrillero Gustavo Petro.