Este martes, el gobierno de Estados Unidos cumplió con sus amenazas y confirmó su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (OHCHR), en medio de las fuertes críticas que enfrenta la administración de Donald Trump por su política de separar a más de 2 mil niños de sus padres por cruzar ilegalmente la frontera.
La decisión fue anunciada por la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, junto al secretario de Estado, Mike Pompeo, quienes criticaron el trabajo del Consejo y lo calificaron de hipócrita.
“Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, aseguró Haley.
Esto último debido a que hace un año la misma Haley había amenazado con la posibilidad de abandonar dicha instancia luego de denunciar una «campaña patológica» y sesgo contra Israel, y criticar la decisión de aceptar a países como Venezuela y Cuba.
El anuncio además se comunicó luego de que Zeid Ra’ad al Hussein, Alto Comisionado del OHCHR (quien preside el organismo) calificara la política migratoria de Trump como una práctica «desmesurada».
Estados Unidos ya se había retirado antes del organismo –formado en 2006– durante la administración de George W. Bush por tres años, y reingresó en 2009 durante el gobierno de Barack Obama.
Esta salida viene a sentar un paso más en la política de Trump de retirarse de foros y acuerdos internacionales, como ya lo hizo con la Unesco, el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo de París sobre el cambio climático.