Este jueves la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció la prohibición de la compra de fusiles de asalto y semiautomáticos, luego del fatal atentado terrorista que dejó 50 muertos en Christchurch.
«Anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas semiautomáticas de estilo militar. También prohibiremos todos los fusiles de asalto», informó Ardern.
La política agregó que «la consecuencia será que nadie podrá comprar estas armas sin un permiso de la policía. Puedo asegurar que no tiene sentido solicitar tal permiso».
En resumen, explicó que «cada arma semiautomática empleada en el ataque terrorista del viernes quedará prohibida en este país».
Sobre las armas que ya se encuentran en manos de ciudadanos, Ardern comentó que estas serán re-compradas a sus dueños, para lo que se fijó un presupuesto entre los 69 y 139 millones de dólares.
Aquellos que mantengan sus armas pasado el periodo de amnistía, podrían recibir multas de hasta 4.000 dólares y tres años de prisión.