El pasado jueves, en una playa de Nueva Zelanda, fue encontrado el cuerpo sin vida de una joven chilena identificada como Millaray Bravo, de 27 años. La joven oriunda de Lautaro se encontraba estudiando inglés hace cuatro años en el país.
El cadáver fue encontrado flotando en las aguas de playa Waike, ubicada en las cercanías de la ciudad de Auckland, en la Isla Norte, luego de sumar cinco días desaparecida. El informe de la policía local señaló que el cuerpo se encontraba desnudo y con una cuerda de boyas alrededor de los pies.
Aunque la policía descartó lesiones aparentes que se puedan atribuir a terceros, puntualizando la causa de muerte de Bravo por asfixia, la familia de la joven duda de esta versión.
En declaraciones a LUN este lunes, el padre de Millaray, Antonio Bravo, manifestó que «mis dudas son claras. Por qué si estuvo perdida cinco días, el pololo no la buscó, no llamó por teléfono, no la fue a buscar a la casa. La otra duda es por qué estaba desnuda, si se supone que se fue a bañar. Por qué su ropa no estaba en la playa, sus zapatos, su toalla? Y lo otro es que si estaba enredada, ¿por qué no tenía marcas en los tobillos? No había nada».
La joven mantenía una relación tormentosa con un hombre y dicha información fue entregada para la indagatoria, según contó su padre. Además, dudan de la causa de muerte considerando que Bravo tenía un excelente manejo de la natación desde pequeña.
La familia está a la espera de la investigación que tomará 15 días para luego repatriar el cuerpo de Millaray a Chile. Mientras, sus cercanos la despidieron en Nueva Zelanda con una romería en la playa y ofrendas en el salón donde la joven bailaba salsa.