De acuerdo al expediente jurídico del caso que busca esclarecer el asesinato de Berta Cáceres, los acusados recibieron entrenamiento en Estados Unidos y pertenecían a las fuerzas de inteligencia militar de Honduras, según informó el diario británico The Guardian.
Las evidencias contenidas en el expediente apuntan a la hipótesis de que la muerte de la activista indígena fue una ejecución extrajudicial. Esto lo denunció el único testigo de la muerte de Cáceres, Gustavo Castro.
Berta Cáceres se oponía a un proyecto hidroeléctrico y había recibido 33 amenazas de muerte. Luego, el 2 de marzo de 2016, un grupo de sujetos ingresó a su casa y le disparó.
Según el diario hondureño Criterio, hasta ahora van ocho personas capturadas y señaladas como responsables del asesinato. Tres de ellos son militares hondureños, quienes habrían recibido entrenamiento militar.
Mariano Díaz Chávez es un veterano de las fuerzas especiales hondureñas y desde 2015 se encontraba al frente de la inteligencia militar del país. Díaz y el teniente Douglas Giovanny Bustillo habrían recibido entrenamiento antiterrorista en EE.UU. en 2005. Bustillo recibió entrenamiento en la infame Escuela de las Américas.
El tercer militar detenido, el sargento Henry Javier Hernández, es un francotirador y se convirtió en informante de la inteligencia militar cuando se retiró en 2013. Los tres visitaron el pueblo de La Esperanza, donde vivía Cáceres, en varias ocasiones, de acuerdo a los registros telefónicos.