En un comunicado, la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, lamentó el “aparente uso de la fuerza excesiva en las acampadas de protesta” así como el uso de munición letal por parte de las fuerzas de seguridad “cerca o incluso dentro de instalaciones médicas”.
“Las acampadas” a las que hace referencia Bachelet, son campamentos que se han instaurado a las puertas de la sede del Ejército desde abril, primero para exigir la salida del dictador Omar al Bashir y, tras el derrocamiento de éste, para solicitar a los generales que entreguen el poder a la sociedad civil.
El Comité Central de Médicos de la nación africana, aseguró que podrían haber más fallecidos pero no es posible comprobarlo porque los hospitales y centros sanitarios están «asediados» por las fuerzas militares.
“Insto a las fuerzas de seguridad a que detengan inmediatamente tales ataques y garanticen el acceso sin restricciones a la atención médica para todos”; expresó Bachelet ante la situación.
Destacando el tono pacífico de las manifestaciones, Bachelet afirmó que “quienes ejercer sus derechos a la libertad de asamblea pacífica y de expresión deben protegidos, no atacados o detenidos”.
A las autoridades militares que actualmente manejan el país, la ex presidenta los conminó a “hacer esfuerzos concertados hacia una transición rápida hacia una administración civil”.
“No se debe permitir que continúen las violaciones de Derechos Humanos que han marcado la historia de Sudán y generado las protestas sostenidas de los últimos seis meses”, concluyó Bachelet.