Con una serie de fuertes choques entre manifestantes y policías, se desarrolló la jornada de este jueves en Quito y otras ciudades de Ecuador.
Esto luego de que el mandatario de dicho país, Lenín Moreno, declarase estado de excepción en el territorio, como parte de las medidas para tratar de contener las protestas surgidas por una fuerte alza de los precios de los combustibles.
El accionar de Moreno responde a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le exige eliminar desde hoy los subsidios al diésel y a la gasolina conocida como “extra”, la de mayor consumo del país, con lo cual el precio estará ahora en función de los valores internacionales.
Esto ha generado la molestia generalizada de la ciudadanía, pero especialmente del gremio transportista, que ha liderado las manifestaciones.
El rechazo a las medidas ha sido tal, que además de ir contra el alza de los combustibles, los manifestantes piden ahora también la salida del poder del jefe de Estado.
En su cuenta de Twitter, el secretario particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, rechazó lo que consideró un “chantaje” de los transportistas.
“Este es el Gobierno del diálogo y hay que recordar que estamos en un Estado de derecho. La voluntad que tiene el presidente (Moreno) es innegable, tomó decisiones que ningún otro Gobierno quiso asumir antes”, afirmó Roldán en defensa de las medidas del jefe de Estado.
EFE/ José Jácome