Un tribunal español juzgará al militar brasileño, que participaba de la comitiva del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por delito contra la salud pública, ya que fue sorprendido con 37 kilos de cocaína en una maleta en el aeropuerto de Sevilla (sur) el 25 de junio pasado.
Según informa EFE, la fiscalía española antidroga pide para el sargento una condena de 8 años de cárcel y el pago de una multa de 4 millones de euros.
El proceso judicial está pendiente hasta que el abogado del militar presente por escrito una defensa, antes de que la Audiencia Provincial de Sevilla indique una fecha para la celebración del juicio.
Según el Ministerio Público, M.S.R. cometió un delito contra la salud pública con la agravante de notoria importancia de contrabando con 37 tabletas de cocaína con una pureza del 80 por ciento, que las fuerzas españolas de seguridad avaluaron en 1,4 millones de euros.
La investigación estableció que la droga sería «vendida a terceros», pero no han podido descubrir si los compradores serían de alguna banda de Sevilla, o de otra ciudad de España o de otro país.
La jueza encargada del caso desestimó a principios de septiembre un recurso de la defensa y mantuvo al sargento en prisión. Quien además recibió la visita de otros militares brasileños que viajaron para interrogarlo por el delito.
El detenido solo contestó que ni su esposa ni el resto de personas que iban con él en el avión están implicadas.
El militar fue detenido cuando pasó el control aduanero en el aeropuerto español, después de aterrizar y tras volar antes de Brasilia a Lisboa.
Al día siguiente, un juzgado de Sevilla ordenó el ingreso en prisión provisional, sin fianza del militar y se supo que iba en el avión de reserva que acompañaba al presidente Bolsonaro a la Cumbre del G20 de Osaka (Japón).
El acusado, miembro del Ejército del Aire, era el oficial al mando en el vuelo, concretamente el Brazilian Air Force BRS08, del Grupo de Transportes Especiales de la Fuerza Aérea, mientras que Bolsonaro viajaba en un Airbus 319.
Tras conocerse la detención, el presidente de Brasil informó de había pedido al ministro de Defensa «la inmediata colaboración con la policía española».