El Supremo Tribunal Federal (STF, máxima instancia del Poder Judicial brasileño) decidió este jueves 7 de noviembre, por 6 votos contra 5, que salvo en casos de delitos in fraganti la encarcelación solo puede ser concretada tras agotarse todas las instancias judiciales posibles.
Ese fallo podría resultar en la excarcelación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien está detenido en la cárcel de Curitiba desde abril de 2018, tras una condena por los tribunales regionales, pero sin una sentencia definitiva en su caso, ya que falta justamente que este sea analizado por el STF.
En el voto definitivo, el presidente de la Corte, el ministro Dias Tóffoli, dijo que “aquí se está juzgando un caso abstracto, no algo uno específico”, aunque la verdad es que prácticamente todo Brasil acompañó la votación por sus efectos en la situación de Lula da Silva.
Vale recordar que en abril de 2018, cuando Lula fue llevado a prisión, el STF tampoco evaluó su caso específico, sino la posibilidad de encarcelar a alguien sin condena definitiva. Es decir, la misma materia que se analizó este jueves, pero en aquel entonces los jueces decidieron, también por 6 votos contra 5, que era factible la prisión, lo que permitió prender a Lula. También vale resaltar que en las dos votaciones, los magistrados fueron los mismos, no hubo cambios en la conformación desde entonces.
En una nota publicada minutos después de la decisión, la abogada Valeska Martins, que es parte del equipo de defensa del exmandatario, afirmó que presentará durante este viernes un pedido para su excarcelación inmediata. Además, resaltó que “eso no significa que dejaremos de luchar para comprobar su inocencia, y que las decisiones en su contra fueron el resultado de una estrategia de uso de la Justicia para fines de persecución política”.