El asesinato de la concejala feminista Marielle Franco tuvo un nuevo capítulo la noche del miércoles, cuando el periodista Kennedy Alencar, de Radio CBN, reveló quela Policía Civil (similar brasileña a la PDI chilena) de la ciudad de Río de Janeiro trabaja sobre la hipótesis de que uno de los involucrados en el crimen es Carlos Bolsonaro, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro.
Esta versión considera que Carlos, entre otras cosas, es miembro del Consejo Municipal de Río de Janeiro y por lo tanto, fue colega de Marielle en esa instancia hasta el día de su asesinato. En ese escenario, junto a otras pruebas que forman parte de la hipótesis, se considera que podría ser uno de los autores intelectuales del crimen.
Además, el trabajo de la concejala feminista apuntaba justamente a desbaratar los vínculos de políticos cariocas con los grupos paramilitares que actúan en la ciudad. La misma investigación del crimen ahora también pasa por comprobar su relación con el grupo paramilitar llamado “Oficina del Crimen”, del cual participan los dos principales sospechosos: Ronnie Lessa (el que disparó y mató a Franco, y a su chofer, Anderson Gomes) y Élcio de Queiróz (el que manejaba el auto que los persiguió).
Además, Lessa vive en una casa en el mismo condominio residencial donde vive Jair Bolsonaro, en Río de Janeiro. En una reciente revelación, el canal televisivo Globo mostró que Élcio visitó la casa de Lessa antes de que partiesen a la escena del crimen. En la ocasión, el chofer pidió autorización en la casa nº 36, que es donde vive Jair Bolsonaro, aunque después se dirigió a la casa nº 58, donde vive Lessa, según el testimonio del conserje del condominio.