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Tensión en Medio Oriente: Todas las claves para entender el conflicto entre Irán y Estados Unidos

Por: Gonzalo Espinoza | Publicado: 11.01.2020
Tensión en Medio Oriente: Todas las claves para entender el conflicto entre Irán y Estados Unidos |
El asesinato del general Iraní Qasem Soleimani escribió un nuevo episodio en la tensión entre ambos países, que se arrastra desde 1979, cuando se instauró la República Islámica. Expertos en el tema entregan su visión de la crisis y enmarcan los motivos detrás de la violencia.

El pasado 3 de enero, el mundo entero se paralizó con la noticia del asesinato por parte de Estados Unidos del general Iraní Qasem Soleimani, en Bagdad. La operación, que fue autorizada por el presidente Donald Trump, causó revuelo global y muchos temieron que el conflicto escalaría hasta una guerra entre ambos países.

La respuesta de Irán no se hizo esperar. En la madrugada del miércoles, el país de Medio Oriente atacó con misiles dos base estadounidenses en Irak. El ataque venía acompañado con un claro mensaje contra el país norteamericano: «La región no acepta la presencia de EE.UU.«, señaló el líder supremo iraní, Ali Jamenei.

Por su parte, el mandatario Donald Trump realizó una conferencia de prensa donde aclaró que el ataque no dejó víctimas y anunció sanciones económicas contra Irán, país al que calificó como una «amenaza al mundo civilizado». Su respuesta bajó la tensión, puesto que se esperaban palabras más fuertes desde Washington.

A juicio del especialista en política árabe contemporánea, Kamal Cumsille, todo habría cambiado si es que el ataque hubiera comprometido vidas de civiles. «No sé si el ataque a la base en Irak fue intencional, pero si hubieran habido víctimas, el conflicto mayor ya habría estallado«, afirma.

El académico de la Universidad de Chile explica que la hostilidad de Estados Unidos con el país de Medio Oriente comenzó en 1979, año en que nace la República Islámica de Irán que consagró en el poder al ayatolá Ruhollah Jomeini en desmedro del sah Mohammad Reza Pahlevi.

Ese mismo año se registró la «Crisis de los rehenes«, incidente donde un grupo de estudiantes tomó como rehenes a 66 diplomáticos y ciudadanos estadounidenses. Por parte de Estados Unidos, este hecho fue calificado como un atropello del movimiento islamista contra el principio del derecho internacional.

Sin embargo, Cumsille afirma que la rencilla principal no es que Irán sea una república islámica, puesto que EE.UU. es aliado de regímenes religiosos y conservadores como el de Arabia Saudita.

«Ese no es el tema sino que es el rol político que fue tomando Irán como actor en la región desde que se instala la república islámica reemplazando al sah, que en realidad es un rol de oposición y resistencia a la hegemonía estadounidense en la región. Ese es el motivo de la hostilidad”, cuenta el experto. 

Otro tema relevante es la presencia directa de Estados Unidos en el territorio desde el año 2003, que ha producido una intervención de corte hegemónico a través de varias bases militares en Irak y que no solo ha tensionado a Iran, sino que también produce una oposición por parte de Hezbollah en el Líbano, y también de Siria.

Las revueltas previas al asesinato de Soleimani

Antes del ataque de Estados Unidos, en Irán se estaba desarrollando una revuelta política que complicaba al régimen con un conjunto de huelgas generales que cuestionaban la legitimidad del gobierno islámico.

Por otro lado, en Irak también se realizaron fuertes manifestaciones políticas que exigían el fin de intervencionismo estadounidense-iraní. La muerte de Soleimani cambió el panorama en ambos países.

Así lo afirma el filósofo especialista en el pensamiento árabe clásico y contemporáneo, Rodrigo Karmy, quien afirma que en Irán «se neutralizó en parte la revuelta interna cohesionando al país en base a la figura de Soleimani y exteriorizando la agresión hacia Estados Unidos, que ha sido el enemigo íntimo permanentemente«.

Junto con esto, los mismos iraquiés comenzaron con la resistencia a la presencia militar norteamericana. El cinco de enero el parlamento iraquí aprobó pedir al gobierno que ponga fin a la presencia de tropas extranjeras en el país.

«Es interesante eso porque Irák es uno de los pocos países árabes que está intervenido por las dos fuerzas que desde el punto de vista geopolítico son contrapuestas. Es decir, el bloque iraní-ruso-sirio contrapuesto al bloque norteamericano-israelí-saudita», señala Karmy.

«En Irak están los dos completamente anudados y me parece que al revuelta pone en tensión la complicidad de las dos fuerzas que son supuestamente opuestas entre sí», agrega.

La neocolonización

Para Karmy, la problemática que cruza Medio Oriente en la actualidad es la neocolonización, que está representada en dos cosas. Por un lado, está la extracción de petróleo y las prebendas que pueden tener las grandes corporaciones transnacionales, en general europeas y norteamericanas; y por otro lado, está «la presencia incondicionada de Israel como una punta de lanza del imperialismo occidental en la región».

«En el caso iraní atendemos a la acción de esos dos vectores: es crucial para los iraníes la posibilidad de liberar sus capitales petroleros que han sido bloqueados por Estados Unidos; y también Israel tiene una gran preocupación por Irán desde hace muchos años atrás porque ve en él un rival militar», explica Karmy.

Por su parte, Irán también tiene problemas con Arabia Saudita puesto que este país tiene un fuerte programa de imperialismo regional.

«Basta ver en Yemen o en Siria como han intervenido de manera permanente. Lo que les interesa es que Irán siga bloqueado económicamente para que no liberen su mercado de capitales petroleros, porque eso iría en directa competencia con el flujo de capital petrolero saudita. Esa es la dimensión geoeconómica del conflicto», explica Karmy.

A juicio del académico, los intereses neocoloniales responden al intento por dominar el flujo del capital en le región.

«Lo que está intentando armar China con Rusia-Siria-Irán, que es lo que se conoce como el proyecto euroasiático, que permitiría restituir la famosa ruta de la seda, significaría abrir un flujo de capital que hoy día no existe, pero un flujo de capital que ya no responda al control de la divisa norteamericana», añade.

Junto con esto, Karmy afirma que el conflicto de EE.UU. con Irán no puede verse aparte del problema que tiene este país con Venezuela.

«Venezuela con la enorme reserva de petróleo que intenta vender su deuda petrolera a los chinos y eso significa que para EE.UU., si se apropian de los pozos petroleros, van a tener que pagarle a Pekín. Esto les corroe su propio poder. En Irán pasa exactamente lo mismo, en otro nivel. La cuestión fundamental es la apropiación de los flujos de capital que se sostienen básicamente en la economías petroleras«, explica.

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