China está en estado de alerta luego que el gobierno decidiera aplicar una cuarentena total al condado de Jia, donde viven unas 600.000 personas, por temor a un rebrote del COVID-19 en el país que fue cuna de esta enfermedad.
Según informaron los medios locales, cuatro personas se contagiaron de coronavirus en el centro del país asiático, uno de ellos un médico que hace pocos días visitó Wuhan, la ciudad donde empezó a regarse el virus por todo el planeta.
Fueron tres los trabajadores de la Salud de un hospital del condado de Jia dieron positivo por coronavirus este fin de semana y, lo más importante, sin presentar síntomas.
La cuarta persona es un limpiador que vive a unos 100 kilómetros de distancia, pero que es amigo de uno de los tres doctores infectados, por lo que las autoridades chinas decidieron encerrar al condado para no perder el control que ya tenían sobre la pandemia.
El presidente de la Universidad Médica de Cantón (sureste), Wang Xinhua, declaró a la Agencia EFE que “en general, hacer seguimiento y poner en cuarentena a los contactos cercanos de los infectados será suficiente para prevenir esa segunda ola. No será posible cerrar todas las ciudades con pacientes asintomáticos”.
Cabe recordar que esta semana, Estados Unidos puso en duda las cifras entregadas por China y acusó que la enfermedad nunca ha estado controlada en sus fronteras.