En medio de las noticias más desesperanzadoras del impacto del coronavirus en la humanidad, la historia de una longeva mujer italiana da la vuelta al mundo.
Hablamos de Ada Zanusso, una anciana de 104 años que acaba de transformarse en la sobreviviente más mayor del mundo a la pandemia que incluso le ha arrebatado la vida a lactantes de escasas semanas, como ocurrió con un bebé de un mes y medio de existencia en Estados Unidos.
Ada, quien dio positivo por COVID-19 tras contagiarse hace un par de semanas en un hogar de ancianos en Biella, lugar donde 20 residentes mayores ya fallecieron, «se ha recuperado bien» del virus, aseguró uno de sus hijos, Giampiero, al diario Corriere Della Sera.
«Los médicos piensan que ella es la persona más vieja del mundo en recuperarse», agregó el descendiente de la mujer cuyo caso ha sorprendido a la comunidad médica que la trató.
Carla Furno Marchese, una de sus doctoras, declaró a este medio que Zanusso «no perdió nada de su lucidez e inteligencia» y que luchó contra la enfermedad que la dejó vomitando, afiebrada y con dificultades para respirar.
«Está levantada y puede caminar hacia su silla. Su recuperación es una gran alegría para nosotros y una señal de buena esperanza para todos los que sufren en estos días difíciles», agregó la profesional de la salud.