Una familia integrada por seis personas interceptó una carroza en un hospital, con el propósito de evitar que se llevara el cuerpo de un joven de 25 años que falleció presuntamente a causa del coronavirus.
La desesperación de ver a su familiar sin vida y dentro de un ataúd hizo que el grupo tomara el féretro y se lo llevara caminando en andas, sin importarles que detrás de ellos fueran varios policías a detenerlos en su irracional acto ocurrido en la localidad de Quibdó, en Colombia, luego que un joven de 25 años de edad, con antecedentes de diabetes, ingresara a un recinto asistencial en muy malas condiciones de salud.
El paciente, que presentaba dificultad respiratoria, se encontraba pálido y sudoroso, por lo que debido a su mal estado y complicado diagnóstico, se decidió su trasladado a otro hospital, pero lamentablemente murió en el trayecto.
A pesar de que no se le realizó un test que certificara que el fallecido tenía COVID-19, los especialistas lo consideraron como sospechoso, específicamente por su sintomatología y su diabetes, una condición que puede resultar muy peligrosa para quienes se contagian con el virus. En este caso, así lo establecieron en un parte médico.