Este domingo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió la entrada de vuelos procedentes de Brasil y de todos los extranjeros y extranjeras que hayan estado el último tiempo en la nación del mandatario Jair Bolsonaro, el país de América Latina que ha sido más golpeado por la pandemia del COVID-19.
En esta línea, la vocera del Gobierno estadounidense Kayleigh McEnany emitió un comunicado en el que afirmó que «estas nuevas restricciones no se aplican al flujo de comercio entre Estados Unidos y Brasil», y que la medida afecta a los viajeros no estadounidenses que hayan estado en el país carioca 14 días antes de solicitar la entrada a la nación norteamericana.
Al igual que Trump, el Presidente de Bolsonaro siempre minimizó al coronavirus, apodándolo como una «gripecita», y asegurando que que las cuarentenas perjudican innecesariamente a la economía. Este manejo del gobernante llevó a que su país sea la segunda nación más afectada del mundo por la pandemia, superado justamente por Estados Unidos.
Hasta el momento, Brasil registra 347.398 infectados y 22.013 muertes por el patógeno. Y es esta grave situación que atraviesa el territorio, la que habría influido en que Donald Trump firmara el decreto con el que prohibe los viajes a gente que haya visitado el lugar.
«La acción de hoy ayudará a asegurar que los extranjeros que han estado en Brasil no se conviertan en una fuente adicional de infecciones en nuestro país», aseguró McEnany.
Como antecedente, el día 31 de marzo el mandatario estadounidense ya había admitido que su Gobierno estaba «ciertamente estudiando un veto» de viajes desde Brasil. Mientras, el vicepresidente Mike Pence había señalado en Orlando, estado de Florida, que el oficialismo estaba «observando con mucho cuidado lo que está ocurriendo en Sudamérica, incluyendo a Brasil».