Luego de que la investigación se reactivara por la identificación de un nuevo sospechoso, la Fiscalía alemana reveló este martes a los padres de Madeleine McCann que tiene «pruebas concretas» que comprobarían que la niña desaparecida hace 13 años en Portugal, está muerta.
Si bien Hans Christian Wolters, fiscal de Braunschweig, ya había confirmado públicamente que la menor no se encontraba con vida, ahora ha informado a sus padres que existen pruebas con las que no se puede poner en duda que su hija ha fallecido, aunque no ha entrado más detalles sobre el asunto.
Esto, debido a que según el fiscal, hablar de estas pruebas pondría en grave peligro la investigación, por lo que el persecutor tampoco ha querido compartir los avances con las policías británica y portuguesa, las que también se encuentran implicadas en el caso.
«Simpatizo con los padres, pero si les revelamos más detalles podríamos poner en peligro la investigación», dijo Wolters, y añadió que «tenemos evidencia concreta de que nuestro sospechoso mató a Madeleine. A los padres les hemos dicho que la policía alemana tiene pruebas de que está muerta, pero no les hemos contado los detalles».
En esa línea, el fiscal también enfatizó que el caso se trata de un asesinato, y no de una persona desaparecida. «Este es un caso de asesinato, no un caso de personas desaparecidas. Hemos sido bastante claros a lo largo de la investigación de que estamos hablando de un asesinato y tenemos evidencia de ello», señaló Wolters.
Cabe recordar que recientemente se identificó a un nuevo sospechoso ya encarcelado, Christian Brueckner, de 43 años. Se trata de un delincuente sexual con múltiples condenas, entre ellas una por abuso sexual de menores.
En tanto, la prensa portuguesa ha informado que la policía local se está preparando para buscar el cuerpo de Madeleine en una serie de pozos ubicados en una granja que el sospechoso alquiló en la zona y en la que podría haber ocultado el cadáver.