El Gobierno de Nueva Zelanda levantará el próximo 26 de septiembre la prohibición de entrada a las personas que no se han vacunado contra el Covid como parte de una serie de medidas para reducir las restricciones impuestas durante la pandemia.
«La vacunación obligatoria para todos los viajeros que lleguen a Nueva Zelanda, incluida la tripulación aérea, también terminan» el 25 de septiembre, señaló, en un comunicado emitido por The Guardian, la primera ministra Jacinda Ardern. Sin embargo, los viajeros aún estarán obligados a hacerse pruebas de antígeno el primer y el quinto día de su llegada, y si dan positivo, a aislarse una semana.
«Por fin, en lugar de sentir que el Covid dicta lo que nos pasa en nuestras vidas y nuestro futuro, estamos recuperando el control», agregó la mandataria, a raíz de la caída de incidencia y hospitalización, así como a la alta tasa de vacunación de la población y el acceso a los medicamentos antivirales.
A su vez, dentro de las medidas se contempla también la anulación del sistema nacional de riesgos, que operaba con un código de colores similar a los de un semáforo y que en casos de alerta máxima imponía restricciones severas al aforo de lugares públicos.
Además, el paquete de medidas anunciado por Ardern abarca el levantamiento de la obligatoriedad de la vacuna, que todavía regía para las personas que trabajaban con ancianos o los discapacitados, para dejar que las empresas se encarguen de regular estos requisitos.
No más mascarillas
Asimismo se levanta este misma semana la imposición al uso obligatorio de las mascarillas salvo en las residencias de ancianos y centros de salud y hospitales.
Cabe recordar que Nueva Zelanda ha administrado la pauta completa de la vacuna anticovid a un 90% de su población meta, acumula unos 1,76 millones de infecciones desde el inicio de la pandemia, que incluye a 1.950 fallecidos y casi 11.000 casos activos.