El exmandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, confrontó este viernes a su rival en las elecciones presidenciales de Brasil, el gobernante Jair Bolsonaro, por relacionar el analfabetismo con el voto a las fuerzas de izquierda.
Lula hizo referencia a una declaración de Bolsonaro, en la que el jefe de Estado destacó que su adversario político fue el candidato más votado en «nueve de los 10 estados con mayor tasa de analfabetismo», situados todos ellos en el noreste del país.
«Ayer el genocida dio una declaración (diciendo) que el pueblo del noreste me vota porque es analfabeto», cuestionó Lula en un discurso durante un multitudinario mitin en Guarulhos, en la región metropolitana de Sao Paulo.
Esta región, la más industrializada del país, fue destino de millones de personas que salieron del noreste de Brasil huyendo de la miseria, en una migración que fue especialmente intensa entre los años 50 y 70.
El propio Lula, quien migró del noreste a Sao Paulo siendo un niño, dijo sentir»orgullo» de sus orígenes y recalcó que el pueblo del noreste de Brasil «no está mejor formado porque el único gobierno que pensó» en esa región e inauguró escuelas y universidades fue su gobierno (2003-2010).
En cambio, Bolsonaro dijo el jueves que el noreste tiene peores indicadores educativos y económicos «porque llevan dos décadas administrados» por el Partido de los Trabajadores (PT), una declaración que es falsa.
La región noreste de Brasil está dividida en nueve estados y ninguno de ellos ha estado bajo el control del PT a lo largo de los últimos 20 años. Actualmente, solo hay tres ejecutivos regionales controlados por el partido de Lula en todo el noreste.
La pobreza y el analfabetismo son problemas seculares en el noreste, una región eminentemente rural, alejada de los grandes centros urbanos y castigada por la falta de inversiones.
Lula fue el candidato más votado en las elecciones presidenciales del domingo, con 48,4% de los votos en todo el país, frente al 43,2% de Bolsonaro.
En el noreste, la votación del líder progresista superó el 60%, mientras que Bolsonaro fue el más votado en el sur y sureste de Brasil, las regiones más ricas, además de en las pujantes zonas rurales del centro y oeste del país.
Como ningún candidato superó la mitad de los votos, se enfrentarán en una segunda vuelta el 30 de octubre.