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Dia del Libro: ¿Cómo se reiventa el mundo del libro en la crisis sanitaria?

Por: Elisa Montesinos | Publicado: 23.04.2020
Dia del Libro: ¿Cómo se reiventa el mundo del libro en la crisis sanitaria? |
En esta crisis sanitaria el libro también está en crisis. La pandemia ha traído consigo un aumento del tiempo libre para leer, pero también el cierre de librerías y bibliotecas, lo que provoca dolores de cabeza al mundo editorial. En Italia, una de las primeras medidas después de varias semanas de cuarentena ha sido la apertura de las librerías para dar un impulso al sector. Quisimos saber cómo se reinventa el libro en esta crisis y el diagnóstico que hacen libreros y editores independientes.

La única salvación real es colectiva: Marisol Vera, directora Editorial Cuarto Propio

 

La crisis ha puesto al desnudo la extrema precariedad del mundo de la cultura y por cierto, de la edición independiente. Con el cierre de librerías, las editoriales nos quedamos sin puntos de venta y con cero o casi cero ingresos, preguntándonos cómo sobrevivir. La mayoría de los editores independientes, así como los libreros en este precario mundo nuestro, cuenta con pocos trabajadores asalariados, de modo que el alivio que pudiera prestar la legislación de protección al trabajo a los trabajadores de nuestro sector es marginal. 

La cadena editorial completa ha sido drásticamente golpeada: diseñadores, diagramadores, imprentas, prácticamente sin trabajo; libros que no se exhiben, exportaciones paralizadas, otros cuya impresión quedó en pausa, cadena de pagos detenida, escasa  nueva facturación. Dramático y generalizado. No hay ventas, no hay ingresos en un sector sin capacidad de ahorro para contingencias, ni apoyos estatales que puedan amortiguar el impacto. Ahora, la respuesta del mundo editorial ha sido notable, aunque aún no sabemos si permitirá sobrevivir o no. Por una parte, elaborar charlas, lecturas, sugerencias para acompañar a los lectores en su casa. Mucho trabajo y energía dedicados a llegar a los lectores con el mensaje «los libros están aquí para acompañarnos». Por otra, para suplir los fundamentales encuentros en ferias y eventos nacionales e internacionales se han organizado encuentros virtuales, las ferias del libro han abierto virtualmente sus foros, charlas y lo que ha sido posible, cerrando filas en torno a lo que llamamos la «gran familia del libro»… saber que estamos juntos en esto a través del mundo y que solo juntos podremos superarlo.

Y en lo más concreto y práctico, todos estamos inventando formas de hacer llegar los libros físicos a los lectores, reforzando fuertemente la oferta y circulación de libros digitales  y apelando al Estado para que no detenga los procesos de adquisiciones ni de proyectos en curso, que aumente los fondos destinados a adquisiciones en este periodo, entre otros. Por ejemplo, sabemos que la Biblioteca Nacional Digital ha visto aumentar con creces la demanda de elibros; es una oportunidad para aumentar la oferta y tender una mano a los asfixiados editores, entre otros. Lo más importante, estamos pensando en conjunto, el sálvese quien pueda NO está en nuestro horizonte, sabemos que la única salvación real es colectiva… y el resultado está por verse.

Abrirse al mundo digital: Paula Gaete, presidenta Cooperativa Editores de la Furia y editora de Oxímoron

 

Las editoriales independientes tienen un funcionamiento un poco más orgánico que una gran editorial, dependen mucho de las ferias del libro y de la venta directa, además de la venta en librerías. Desde la crisis sanitaria hemos tenido que depender mucho más de las librerías, las que aún siguen abiertas o las que ofrecen venta en línea. Pero con esto se eliminó ese factor más azaroso de encontrarse con un libro, porque en la venta online generalmente se llega y se compra lo que se busca, no hay mucho vitrineo. Además, muchas editoriales han tenido que invertir en digitalizar sus libros para poder generar más ventas en línea y también se está recurriendo a los despachos por correo para la venta directa. Lo bueno de abrirse al libro digital es que se elimina la barrera física, los libros pueden venderse en cualquier parte del mundo y también pueden crecer las oportunidades. Lo malo es que se está perdiendo una parte de la esencia de la edición independiente. Se elimina un poco esa relación directa que se da entre editor y lector y entre lector y autor en lanzamientos y conversatorios. Algunas editoriales han optado por presentar sus libros por videoconferencias y otros formatos digitales, pero es innegable que no es lo mismo, se deshumaniza mucho todo.

En lo personal me impresiona este afán de continuar como si nada, modificar el formato y listo. Y creo que se está dando así por lo precario que es el trabajo en cultura, y ha sido así  siempre en Chile: no se puede parar nunca. Es algo bueno que las personas estén buscando recrearse y leer durante su encierro, pero no podemos olvidar que la pandemia solo está transparentando todos los problemas que llevamos años acumulando.

Repartir libros en bicicleta: Carlos Cardani, escritor y librero en @pedaleolibreria

Resulta paradójico cómo las librerías se adaptan a este tipo de situaciones. Si bien existe una alta demanda, porque la gente se ve con más tiempo para leer, no existen las posibilidades ciertas de poder llegar a concretar esa necesidad lectora mediante las ventas. Muchas librerías están cerradas, la mía no porque se ha mantenido en el formato de sus inicios: el reparto en bicicleta a ciertos sectores de Santiago, lo que la ha mantenido viva, pero se merma la venta porque no llego a todas las comunas ni puedo enviar a regiones, lo que dificulta poder llegar a esos lectores más distantes. 

Es probable que muchas librerías cierren o quiebren y que existan muchos despidos de trabajadores en las cadenas, pensando en libreros, cajeros y otras fuentes de trabajo que se pierden al no haber atención al público, lo cual es bastante preocupante para el mercado del libro. Lo mismo en las editoriales, respecto a trabajos que son más de producción.. Dependerá de cómo cada librería o editorial tome sus decisiones. Sin duda varias van a sufrir o simplemente van a cerrar, y ahí el llamado es a poner ojo en cómo se pueden salvar esas fuentes de trabajo.

En mi caso he estado con mucha pega. La demanda o consumo del libro sigue siendo igual o mayor y contando con que las librerías de mall están cerrados así como las que están en zonas que tuvieron o tienen cuarentena, ha sido provechoso por ese lado. Lo que implica pedalear más que la chucha, andar super cargado y hacerme pi….. 

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