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Feminismo obrero: En tiempos de revueltas, las mujeres son el cimiento de organización frente a los conflictos sociales

Por: Gonzalo Schwenke, profesor y crítico literario | Publicado: 08.06.2020
Feminismo obrero: En tiempos de revueltas, las mujeres son el cimiento de organización frente a los conflictos sociales |
«Feminismo obrero en Chile» (2019) de Manuel Lagos Mieres es el largo camino historiográfico sobre el anarquismo en Chile. En este volumen de 394 páginas describe, analiza y posiciona la situación de mujeres chilenas solas, madres de huachos, violentadas o siendo parte de familias precarizadas, y que vieron en el anarquismo de finales de siglo XIX y principios del XX una herramienta de colectivización emancipatoria.

El historiador trabaja en ocho aristas donde la educación y la reflexión son la clave para disentir sobre las normas impuestas: primero, el progreso y la modernización de las ciudades; segundo, la propagación del anarquismo y sus aportes; tercero, la apertura de la escena cultural de las mujeres; cuarto, la organización obrera, la distancia con los sectores conservadores y alianzas con sus semejantes; quinto, los sindicatos y las movilizaciones durante la década del veinte; sexto, la avanzada cultura feminista; séptimo, el discurso anarquista en la lucha contra el alcohol y la prostitución; y, por último, la salud y los cambios en la práctica sexual.

En términos ideológicos, el anarquismo señala que lo consciente determina lo material, por lo que comprende la existencia de la filosofía del cotidiano y de la transformación individual para luego cambiar la sociedad. Es decir, no existe revolución que pueda movilizar a otros, si estos cambios no parten de uno mismo, ya sea en nuestras prácticas sociales como amorosas y sexuales. Problemática que todavía es un campo abierto e irresoluto. La reciente obra se instala desde la clase social más excluida, otorgando amplia dimensión a las condiciones de hacinamiento, de salud, laborales, además de configurar el impulso, las discusiones y reformas de temas prioritarios en la organización obrera anarquista. 

En la emergencia y el desarrollo de las crisis que abordan lo político, lo económico y social, estos aspectos ocupan un espacio importante en el sistema de vida de las personas, porque entran en cuestionamiento con el presente, aflorando otros modos de habitar y representaciones que van teniendo mayor acogida en la población. Además, Lagos Mieres afirma que es recurrente que, en tiempos de revueltas, sean las mujeres quienes sean el cimiento de organización frente a los conflictos sociales.

Familias con una alta natalidad y mortalidad se acomodaban como pudieran en conventillos provocando hacinamiento, mientras las obreras transitaban (y transitan) por un doble trabajo, dentro del hogar y en el trabajo asalariado. Los ratones corrían por las vigas y el bracero era el sistema de calefacción, las madres ocupaban y socializaban las áreas comunes del lavado en artesas, mientras que, la infancia jugaba al lado de los desagües que daban a las acequias repletas de basura y excrementos. Debido a que comienzos del siglo XX el alcantarillado estaba reservado para las calles vinculadas al comercio.

Las mujeres cumplían labores como bordadoras, matronas, lavanderas, costureras, tejedoras o empleadas domésticas, pero también estuvieron en sectores manufactureros, agricultura, transporte, y otros. Es en los sectores industriales donde se observa una mayor discriminación en el pago de los salarios, es decir, las mismas tareas entre hombres y mujeres eran pagadas de manera desigual. El autor muestra que este es un problema cultural que atraviesa siglos sin modificaciones, sustentado por los empresarios con el fin de abaratar costos.

En el campo de la educación, los niños proletarios no tenían enseñanza escolarizada, siendo muy pocos los que completaban seis años en la básica y prácticamente nadie cursaba la secundaria. La mayoría de las niñas se ocupaban del cuidado y trabajo doméstico. Cualquier forma de emerger se veía impedida socialmente. Incluso así, la instrucción ha sido el pilar fundamental para el avance de la liberación y era recurrente abordar estas temáticas tanto en las obras culturales como en los periódicos de Santiago y Valparaíso.

La aparición de la obra Feminismo obrero en Chile. Orígenes, experiencias y dificultades, 1890-1930 grafica el esfuerzo de autoedición, que no parece antojadiza en su perspectiva contemporánea, porque revitaliza la discusión con una robusta bibliografía sobre el campo y el ejercicio de ideas omitidas por quienes escriben Historia del país.

Manuel Lagos

Feminismo obrero en Chile. Orígenes, experiencias y dificultades, 1890-1930

Autoedición, 2019

394 páginas

Precio de referencia: $15.000

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