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En medio de la gira por las dos décadas de historia de la banda, la integrante de la primera alineación del icónico grupo conversó con Babel sobre la actual industria musical chilena, su visión de la política nacional y sus proyecciones del proceso constituyente.
Éxitos como ‘Maldito amor’, ‘Tú y yo’ y ‘Toda la noche’ se han convertido en verdaderos íconos del pop chileno. Y es que Supernova ha sido una fuerte influencia para los nuevos exponentes nacionales. No son pocos los que reconocen el sello de esta banda en los trabajos musicales de Javiera Mena, Princesa Alba, Mariana Montenegro y muchos otros artistas.
El grupo se formó en 1999 y ha tenido dos formaciones. Hoy, son Constanza Lüer y Constanza Lewin quienes dan vida al proyecto, pese a que fueron parte de alineaciones distintas. Desde 2013, tocan juntas las canciones de la banda y en más de una ocasión han dejado la puerta abierta al lanzamiento de nuevos temas.
A fines de 2019, ambas artistas comenzaron una gira a lo largo de todo el país que las ha reunido con sus más acérrimos fanáticos, que hoy, al igual que ellas, llevan vidas adultas, pero siguen vibrando con su pop.
Con motivo de sus 20 años, Constanza Lewin conversó con Babel, quien comentó que el recibimiento de la gente ha sido fantástico y que la contingencia política no se ha quedado bajo el escenario.
—¿Hay nostalgia por estas dos décadas?
—Sí, pero en la buena onda. Lo estamos disfrutando mucho más que antes. Ha sido súper bonito, porque con la Coni (Lüer) llevamos casi siete años tocando de corrido, entonces es un momento especial.
—A 20 años de su nacimiento, ¿cómo ves la evolución de Supernova?
—Es una evolución infinita. La edad no deja de ser un detalle máximo, porque te dice todo. Son distintas etapas de la vida. Estamos más maduras. Chile está más maduro musicalmente. La industria está más madura. Ahora es mucho más agradable. El tiempo no ha pasado en vano. En algún momento hacer pop era muy mal mirado. Pero somos las mismas. Llevo más de la mitad de mi vida siendo Supernova y nuestras vidas han cambiado junto con la banda. Ahora tenemos familia, hijos, por ejemplo.
—En la actual industria musical chilena, destacan muchos nombres femeninos, con carreras muy exitosas, ¿qué te parece el trabajo que han hecho sus colegas?
—Es algo que tenía que ocurrir. Cuando nosotras aparecimos, no éramos muchas artistas mujeres, y recibimos mucho machismo. Todavía hay harto machismo en la industria, pero al menos socialmente está más castigado. Yo encuentro total lo que está pasando. Se ha generado un cambio de mentalidad importante.
En paralelo a su trabajo musical, Lewin también ha tenido acercamientos al mundo político. Hace varios años es militante del partido Revolución Democrática y en 2017 fue candidata a Consejera Regional por el distrito 3 de Santiago. Su objetivo en ese momento era hacer trabajo social desde el territorio, algo que realiza hasta hoy como una ciudadana más.
—La gira comenzó tras el estallido social de octubre, y he podido ver que no han estado ajenas a la contingencia política y social, ¿cómo han vivido la revuelta popular?
—El estallido provocó que un montón de cosas se suspendieran, pero nosotras somos parte de este Chile, así que hemos apoyado con todo. Nosotras tenemos un escenario generalmente y lo vamos a usar siempre para decir lo que haya que decir. No en todas partes se puede decir lo mismo, pero hay escenarios que te permiten unirte más con la gente y ser portador de un mensaje que todos tenemos en común, o al menos los que somos decentes. Nos hemos pronunciado harto y lo seguiremos haciendo, porque el tema social se toma los show, y no somos la única banda interesada en esto.
—Se han mostrado bastante críticas de lo que ha acontecido tras del 18-O, ¿les han cerrado algunas puertas a causa de eso?
—Sí, pero al menos estoy viva y no me andan persiguiendo los pacos. La otra vez nos pasó que la Municipalidad de Arauco bajó a los Chancho en Piedra de un festival y querían subirnos a nosotras, pero cuando estaba todo listo, salieron con que tampoco nos querían, porque estábamos muy relacionadas con la izquierda. Me causó mucha curiosidad, porque me gustaría saber quién iría a su evento, porque les queda poca alternativa. También hay artistas que no están tan abanderizados por todo esto, y ellos van a todas. Artistas que no tienen un discurso tan político.
—Tras el estallido social, la política institucional ha sido bastante cuestionada. ¿Qué te ha parecido la gestión del mundo político en esta crisis?
—Creo que depende del sector. Yo soy militante todavía. Participo en mi territorio y hacemos cosas. Soy una militante más. He visto gente que ha pecado de ingenua, pero lo divertido es que este movimiento no se lo van a poder tomar los partidos. Este movimiento es de nadie y a la vez es de todos. Así que los burdos intentos que han hecho por tomarse el movimiento, no les han resultado ni les van a resultar. Los políticos cada uno defiende lo suyo. Así ha sido siempre. Lo que pasa es que ahora la gente mala queda más en evidencia, porque son muy burdos.
—Sobre eso mismo, qué te parece la campaña del miedo que han iniciado algunos sectores de la derecha?
—La derecha no quiere perder 80/20 en el plebiscito. Lo hemos hablado harto con la banda y creemos que se va a aprobar sí o sí la nueva Constitución, pero ellos no quieren perder por tanto. Porque si pierden por mucho, quiere decir que no van a volver a gobernar. Toda esta campaña del terror es una cuestión muy cerda, muy miserable. Porque hay que preguntarse a quién le sirven los políticos de derecha. Este país está gobernado por los empresarios y por la gente con lucas, y ahí los políticos son meros títeres. Hoy la política le sirve a la oligarquía. No quieren perder por tanto y harán lo indecible, y lo encuentro asqueroso, pero creo que tenemos que confiar en la gente y en todo el proceso que se ha dado. La gente ya no está dormida y no nos queda mucho más que hacer.
