Qué se lee: la biblioteca de Alfredo Lewin

Algunos de los libros que recomiendo para iniciarse en la literatura musical son; “How Music Works” de David Byrne, otro que celebro mucho es “Cosas que los nietos deberían saber” que escribió Mark Everett de la banda Eels, uno de Flea “Acid for the childrean”, el que es ideal para cultivar la importancia de la música y lo que puede llegar a significar. 

Otro imperdible es “33 revoluciones por minuto” de Dorian Lynskey, el que relaciona la música con la política y las revoluciones sociales, mediante las obras de  Rage Against The Machine, Víctor Jara y otros artistas.

Dentro de las biografías de músicos que he gozado está la de Bruce Springsteen “Born to Run”, la que fue escrita por él mismo, lo que se nota mucho a la hora de leerlo. También está “Chronicles” de Bob Dylan, el único texto que ha firmado Dylan hasta la fecha. Me gustan estos libros porque narran ese aprendizaje emocional y musical por el que atravesaron antes de convertirse en grandes estrellas, el que es súper importante. Me defino como un ávido lector y dentro de lo que leo, siempre entre medio hay algo de música.

De los libros no relacionados a la música que he leído, en su mayoría estos tienen que ver con cuentos y novelas latinoamericanas. Algunos de los que me han marcado son “Carpe Diem” de Saul Bellow, un artista ganador del Nobel al que llegué por haber estudiado literatura. También está “El guardián entre el centeno” una novela de J.D. Salinger y “Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño, de hecho, le hice una re-lectura hace poco y a veces en ellas encuentro cosas bastante potentes, en este caso real visceralista, este personaje de Artur, es un encuentro de mucho tiempo, siempre recomiendo ese texto, aunque no considero que es el mejor para partir con Bolaño, para mí el ideal es «Antología», su colección de cuentos. Me pasa con esa obra que me recuerda a cómo era yo en 1997 y 1998.

La semana anterior leí «Memorias del subsuelo» de Fiódor Dostoyevski, el que recomiendo leer sobre todo en tiempos como estos en los que es sumamente relevante leer literatura rusa, por todo lo que se dice en ella. También recomiendo a Mariana Enríquez, una argentina de la que destaco “Nuestra parte de noche”.