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¿Sobrevivirá Nairobi?: con arengas contra el machismo y el liderazgo de una mujer parte La casa de papel 4

Por: Rodrigo Miranda, periodista y escritor | Publicado: 04.04.2020
¿Sobrevivirá Nairobi?: con arengas contra el machismo y el liderazgo de una mujer parte La casa de papel 4 |
Pocas series son capaces de hacerte ver ocho capítulos en un solo día ¿El gancho? Luego de meses de espera, los fanáticos quieren descubrir el destino de Nairobi, quien es operada por los atracadores dentro del banco tras ser herida gravemente.

Después de 21 días de cuarentena, ver la cuarta temporada de La casa de papel tiene otro gusto. Al igual que la mayoría de la población mundial, los personajes están encerrados dentro del Banco de España y uno de ellos, Nairobi, está al borde de la muerte. 

Los ladrones con overoles rojos y máscaras de Dalí reciben instrucciones por videoconferencia de un doctor para operar a Nairobi. La odiada inspectora Alicia Sierra le ofrece al Profesor un cordón sanitario para salvarla. Todo huele a aislamiento y caos. 

Los grandes bancos nunca le han gustado a la gente y, si hay algo que hace disfrutar al público, son los intentos de desvalijar la caja de seguridad de uno de ellos. Por el cine nos enteramos que entrar a robar un banco es más fácil que pensar cómo sacar el botín. 

Eso lo saben los guionistas de la serie que han estirado lo que más pueden la huida de los personajes con el botín. Los capítulos de la cuarta temporada están llenos de flashbacks que no importan. Entre tanto racconto, los libretistas desvían la atención obligando a que nos preguntemos si Nairobi sobrevive o no. Ese es el gancho de la cuarta temporada y el único motivo para seguir viéndola.

En la temporada anterior, vimos a Nairobi caer por un tiro en el pulmón con el osito de peluche de su hijo entre las manos. En esta entrega, su arenga para subir el ánimo de la banda es de antología. 

¿Saben que también da miedo? Ir a casa de noche sola, pero uno agarra el miedo de la mano y lo hace. 

Con seguridad, la escena se viralizará como una frase más contra la violencia machista.

El carismático Rodrigo de la Serna es un festín aparte. Su personaje misógino y sexista se come la última entrega con otra frase para el bronce: 

-El verdadero caos no hace ruido.

Cuando Tokio le da un golpe de Estado y se autoproclama líder, deja a Palermo atado a una silla para que no se escape. Ahí el tuerto se ríe de Tokio, del feminismo y de las mujeres empoderadas. 

Su consejo a Gandía, jefe de seguridad del banco, de cómo liberarse de las esposas dislocándose un pulgar, genera el caos total en la banda y pone en peligro la misión. De ahí en adelante, abundan las escenas trepidantes en emoción y suspenso con la aparición de Gandía, el enemigo interno y el villano más odiado de la historia.

Lo malo de la cuarta temporada es que en medio de una pandemia mundial se hace difícil seguir la trama con tanta presión psicólogica en el ambiente, aunque una maratón de la serie podría ser la manera perfecta de evadir la realidad.

La casa de papel debería haber terminado en su segunda temporada, pero como una serie exitosa no puede finalizar tan luego abrieron esta trama con un nuevo robo, el Banco de España, que aun no cierra. A pesar de los flashbacks, la temporada cuatro no estancó el ritmo y la acción y los fans de Nairobi terminaron llorando, el problema es que como va la serie da la impresión que nunca va a terminar.

Pareciera ser que los guionistas se están riendo de los espectadores o los están subestimando porque se niegan a resolver la huida del banco y luego salvan de la muerte a uno de los personajes más queridos de la banda para matarlo unos capítulos después. 

Por el momento, el final abierto de esta temporada es digno de verse y ayuda a que esta cuarentena sea menos eterna. No sabemos si el chicle aguante una quinta entrega.

Spoiler: Quédate con el que bese como Berlín a Palermo.

 

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