Científicos del mundo piden a Chile avanzar en la protección de turberas y pomponales

La comunidad científica solicitó al Estado chileno a través de una carta abierta, que se apruebe con urgencia la “Ley sobre protección ambiental de las turberas”. La cual busca la conservación de estos servicios ecosistémicos, fundamentales para la lucha contra el calentamiento global.

En la carta se explicita que en Chile existen 3,1 millones de hectáreas de turberas. Un tipo de ecosistema que desde el fin de la última glaciación ha almacenado enormes cantidades de Carbono. Así mismo, contienen enormes reservas de agua y una vegetación hidrófila característica. Por ejemplo, sólo en la región de Aysén, existen más de 10 billones de metros cúbicos de agua dulce almacenados en esos ecosistemas.

La petición también señala que a pesar de que las turberas ocupan tan sólo el 3% de la superficie terrestre, fijan el 30% del carbono presente en los suelos del planeta. “Es decir, el doble de lo que fija la biomasa de todos los bosques sobre la tierra”, detalla. 

Sin embargo, existen casos como los de Chiloé. Donde de las 11.000 hectáreas aproximadas de turberas que hay en la zona, sólo el 0,3% se encuentran protegidas. Lo que ha permitido que las turberas hayan sido intervenidas casi irreversiblemente producto de la actividad extractiva del musgo Sphagnum también conocido como “pompón”. Primordial para suministrar agua dulce en período de sequías ya que es capaz de absorber hasta 20 veces su peso en agua.

¿Qué son las turberas?

Las turberas son un tipo de humedal, generalmente de origen glaciar, que contienen material vegetal más o menos descompuesto en su interior y que se ha acumulado durante miles de años gracias a que su ambiente está saturado de agua. 

Se estima que existen en alrededor de 180 países del mundo. Y en Chile se encuentran desde la región de Los Lagos hasta Magallanes. 

Su capacidad de almacenamiento de agua y carbono, les otorga un importante rol ecosistémico. Además de cumplir con otras importantes funciones como la conservación de especies vegetales y animales, dar apoyo a la ganadería extensiva, y por su valor científico y arqueológico.