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Eduardo Díaz Herrera, fundador de Patria y Libertad: «Me siento muy cómodo en el Frente Amplio»

Por: Francisco Parra | Publicado: 16.02.2017
Eduardo Díaz Herrera, fundador de Patria y Libertad: «Me siento muy cómodo en el Frente Amplio» eddiazherrera |
El ex líder del movimiento nacionalista habla sobre sus actuales definiciones: explica que nunca fue parte de la dictadura, que apoya al pueblo mapuche y que apoya al Frente Amplio de Temuco. «La visión ideológica de Patria y Libertad era más cercana al peronismo que al pinochetismo», aclara.

Pasó por las juventudes de la Democracia Cristiana, es yerno de Radomiro Tomic, fundó el Partido del Sur, fue candidato a senador tres veces -dos como independiente y una con cupo de la UDI- y llegó a ser alcalde de Toltén. Pero tal vez lo más polémico de la vasta trayectoria política de Eduardo Díaz Herrera es su paso por el movimiento paramilitar de ultraderecha Patria y Libertad, del cual participó de su fundación y fue jefe nacional. Hoy, el empresario radial tiene nueva casa política: el Frente Amplio.

En entrevista con El Desconcierto, Díaz es tajante respecto a su pasado: «Si me dicen que Patria y Libertad era un movimiento terrorista que mató al general René Schneider y era un grupo armado, eso se lo rechazo. Yo no participé ni participaría de algo así. Si eso lo hacían los niñitos del barrio alto en Santiago, no sé yo. Pero yo acá en el sur siempre trabajé con los mapuche, desde antes del gobierno de Allende».

Su cercanía con las reivindicaciones y su rechazo al neoliberalismo hoy lo acercan al incipiente conglomerado que se dispone a disputar electoralmente este 2017 a la Nueva Mayoría y Chile Vamos. Díaz, director y dueño de radios en Temuco, está participando en las primeras asambleas del Frente Amplio en la novena región.

¿Comparte la declaración de principios del Frente Amplio? ¿Superar el neoliberalismo, independencia del duopolio y empresariado?
– Claro. Yo te diría que fui el primer opositor en Chile al modelo neoliberal, a tal punto que el año ’82 a mí me relegaron a Putre porque planteaba que el Decreto Ley 701 iba a permitir la invasión de un ejército de eucaliptus y pinos que iban a secar el agua de La Araucanía. Y planteaba que el Código de Aguas iba a privatizar el agua porque era un bien nacional de uso público.

– ¿En ese momento se alejó de la dictadura?
– Es que nunca fui parte.

– Pero apoyó el golpe…
– Claro. He reflexionado bastante sobre ese tema, sobre por qué terminé apoyando el golpe. Todos fuimos víctimas de la Guerra Fría, a unos nos pilló a este lado del muro de Berlín, a otros al otro lado. Este país vivió una especie de paranoia colectiva. Es la única manera con la que puedo entender donde estábamos. Yo no quise ingresar al gobierno militar ni asumir ningún cargo porque vi clarito desde el principio que la aplicación de un modelo de desarrollo por coerción implicaba necesariamente la violación de los derechos humanos. Y comencé a fustigar el modelo económico y a los Chicago Boys domingo a domingo por las emisoras donde estaba acá en el sur. Por lo tanto, me siento muy cómodo en una postura que busque generar una postura distinta al neoliberalismo.

– ¿Se arrepiente de su paso por Patria y Libertad?
– Yo creo… mire… sí, claro. Me digo «cómo los chilenos fuimos capaces en su conjunto de llegar a esto que se llegó y no hicimos más esfuerzo para evitarlo». Yo hubiese preferido que Allende terminara su gobierno, con la visión de ahora. Pero entramos en una paranoia colectiva de la cual todos fuimos víctimas, tanto los que estaban al otro lado del muro como los que estábamos a este lado. Tenemos que asumir la historia de cara. Eduardo Frei Montalva apoyó el golpe, al igual que yo, al igual que Aylwin y al igual que muchos. Pero tuve la visión de decir «no entro a este gobierno», porque aplicar este modelo de desarrollo por coerción significa la violación de los derechos humanos. Y como decía en ese tiempo, van a meter a nuestras Fuerzas Armadas en un callejón sin salida. De eso no me puedo arrepentir.

– ¿Y los principios que defendió Patria y Libertad?
– Los comparto.

– ¿Hasta el día de hoy?
– Hoy defiendo el Estado integrador, la empresa integrada de trabajadores, la democracia participativa y una sociedad justa.

– ¿Qué tiene en común Patria y Libertad con el Frente Amplio?
– No sé cuáles son los objetivos todavía del Frente Amplio. Yo creo en un Estado integrador, una democracia participativa y en una sociedad justa, en empresas donde trabajadores participen de las utilidades. A mi me da la impresión que la prensa ha sido muy perezosa en cuanto a Patria y Libertad, si hasta le cuelgan el tema de Schneider, cuando eso lo hizo la derecha.

– ¿Y los otros atentados? 
– Yo participé en Temuco y hacíamos actos públicos, hablábamos de la revolución nacional pendiente, anti imperialista. La visión ideológica de Patria y Libertad era más cercana al peronismo que al pinochetismo. Planteábamos la alianza entre las Fuerzas Armadas y el pueblo para hacer la revolución nacional pendiente. Nada que ver con el pinochetismo.

Ni de izquierda ni de derecha; al sur

La historia de Eduardo Díaz Herrera está marcada por su cercanía al pueblo mapuche y por estar más allá de la izquierda y la derecha. Hoy recuerda con orgullo cuando en enero de 1983, siendo secretario general del movimiento Nacionalista Popular, Clotario Blest, Guillermo Izquierdo Araya y Baltazar Castro viajaron a Temuco para la presentación de su libro Viento Sur.

Foto: Clotario Blest en presentación del libro de Eduardo Díaz, 1983

«El Partido del Sur no está a la derecha ni a la izquierda, sino al sur. ¿Por qué? Porque saqué tres veces 50 mil votos como candidato a senador, tres veces. Inscribí tres veces el partido y las tres veces me excluyeron y el sistema me dejó fuera. Sacar tres veces 50 mil votos no es broma. La gente que quedó fuera fueron mis mapuches, el pueblo mapuche que siempre votó por mi», afirma.

– ¿Qué opinas de las mesas de diálogo que ha armado el gobierno en relación a La Araucanía?
– El único modo de alcanzar la paz duradera es contándole a los chilenos la verdad de lo que ha ocurrido y ocurre diariamente en La Araucanía, de cómo al mapuche le han arrebatado sus territorios, sus tierras, sus aguas y su dignidad. Si siguen diciendo que acá hay terrorismo y creen que con más fuerzas especiales, con tanquetas, con declarar la zona vigilada las 24 del día, han transformado nuestra región en un Vietnam y si creen que así le van a poner término al conflicto se equivocan. La paz se logra contando la verdad y ejerciendo la justicia sobre esa verdad.

– El rol de las grandes forestales en el tema no suele ser tocado. ¿Tienen responsabilidad?
– Las tierras que ocupan las grandes forestales son mapuche y no estoy hablando de tierras de la época de la colonia, hablo de los títulos de merced con prohibición de enajenar que otorgó la República de Chile. Después del golpe, la Conaf, Julio Ponce Lerou, todos los que conformaron la anti reforma agraria, quitaron las tierras en remates truchos y terminaron en manos de estos señores. Y si resulta que Angelini le da millones de pesos a la campaña de Michelle Bachelet y soborna a los parlamentarios, ¿en qué momento vas a tener solución concreta a los problemas de La Araucania? Si están de manos amarradas, no pueden legislar. Entonces inventan estas mesas de dialogo sin sentido y que no apuntan a nada.

De la UDI al Frente Amplio

Si hay algo que se arrepiente Eduardo Díaz Herrera es de haber competido en elecciones parlamentarias por el cupo de la UDI. Su hijo, el ex diputado Eduardo Díaz del Río –cuya madre es Bárbara del Río Goudie empresaria pesquera y salmonera– también terminó quebrando con el gremialismo tras ser electo con cupo de ellos.

Hoy fustiga a la derecha y a la Nueva Mayoría, pese a que apoyó la candidatura de Michelle Bachelet. «Yo digo algo muy folclórico: derecha e izquierda, la misma mierda. Sobretodo con lo que vemos ahora, todo es con letra chica, todo es a medias y resulta que con el triunfo del No no llegó la democracia. Echaron a los militares de vuelta a los carteles pero las cúpulas de los partidos corruptos se quedaron con la democracia y la tienen cautiva, se la vendieron a las grandes transnacionales, a los grupos económicos. Entonces tenemos una democracia controlada por los grupos económicos y cautiva por las cúpulas de los partidos. Y al pueblo soberano lo dejaron al margen», dice.

Con su partido Viento Sur recién refundado, su nueva casa sería el Frente Amplio, el incipiente conglomerado que se está armando en Temuco y en todo el país. «Me siento muy cómodo ahí», afirma.

¿Cómo ve las figuras jóvenes del Frente Amplio como Giorgio Jackson y Gabriel Boric?
– Tengo la mejor opinión de Boric y no podría hablar mal de Jackson, pero no lo conozco. A Boric lo sigo desde el principio leyéndolo y cuando habla de ser un fundamentalista magallánico, me cayó muy bien porque yo me siento un fundamentalista de la regionalización, por la cual he luchado siempre. Yo no creo en una democracia cautiva en la república de Santiago Oriente. Creo que la democracia debe venir a las geografías y reconocer la existencia de pueblos, comunas y regiones. Esto calza mucho con el discurso ciudadano de las nuevas generaciones, que me acomoda mucho a mi.

– ¿Buscará un cargo electoral por el Frente Amplio?
– No he pensado en eso. Ni siquiera está claro todavía qué es el Frente Amplio. Yo propongo como Viento Sur, antes de que ganara Sharp en Valparaíso, la construcción de un frente tan amplio como sea necesario para barrer la corrupción, devolver la democracia al pueblo y construir una sociedad justa. Si calzamos en eso sería fantástico. Estamos conversando acá todos.

– ¿Qué proyección el al Frente Amplio en Temuco? ¿Podrán ser competitivos en las elecciones?
– Un Frente Amplio es necesario para Chile y Temuco. Tan amplio como sea necesario. Si es una cosa chica, partidista, no llega a ninguna parte.

¿Está consciente de que su historia política puede generar resquemores en la alianza?
– No sé. Yo tengo 50 mil votos. Cuando se te repiten tres veces la misma cantidad, se pueden sacar una cuarta vez. Son del Viento Sur y de los mapuche. Y hasta este momento nos movemos con nuestros planteamientos y si coinciden con el Frente Amplio, me parece muy bien, sobretodo porque creo que los grandes cambios los van a hacer la juventud y los mapuche, no lo van a hacer en Santiago. Nadie va a hacer por nosotros lo que estamos dispuestos a hacer acá. A mi los mapuche nunca me han preguntado si era o soy de Patria y Libertad, porque no andamos discutiendo entre Allende y Pinochet aquí.

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