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Las organizaciones cuestionan que se anuncie el cierre de las centrales más antiguas y que se les siga dando tanto tiempo para seguir funcionando. Desde ahí, sostienen que el cierre definitivo debería estar totalmente ejecutado en 2030.
El presidente Sebastián Piñera presentó el nuevo Plan de Descarbonización que, entre sus principales puntos, establece el cierre de ocho centrales a carbón en los próximos cinco años y de todas al 2040, así como convertir a Chile en país “carbono neutral” al 2050.
Sin embargo, el anuncio es considerado débil por organizaciones ambientales.
Desde la Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA), su presidente, Ezio Costa, advierte que se anuncia el cierre de las centrales más antiguas, pero aun así se les da mucho tiempo para seguir funcionando y, a esto, agregó que el cierre definitivo debería estar totalmente ejecutado en 2030.
A juicio del abogado, el cierre de las centrales debería quedar establecido en un proyecto de ley para evitar que se desconozca la intención de terminar con la contaminación.
“Lo mínimo que se puede esperar de un país es que la trayectoria de emisiones que tengamos es una que permita al mundo tener un calentamiento global bajo 1,5 grados y eso no se logra con este pequeño anuncio de cierre, sino que se requiere una mayor ambición para modificar la matriz energética”, agrega a El Desconcierto.
Desde Greenpeace, en tanto, su director Matías Asún, sostiene que “la letra chica del anuncio, sin embargo, es que estaremos retirando las centrales cuando hayan cumplido literalmente el doble de su vida útil”.
Mientras que desde la ONG WWF, su director en Chile, Ricardo Bosshard, si bien valora la iniciativa, advierte que los esfuerzos aún no son suficientes para frenar la emergencia climática. “Se requiere mayor urgencia y ambición”, recalca.
