fiscal emiliano arias | AGENCIA UNO
A raíz de la formalización en su contra por irregularidades en la tramitación de causas, el fiscal de O’higgins, Emiliano Arias, salió a defenderse de las acusaciones y estableció que el objetivo comunicacional tras la denuncia es dejarlo «en el suelo», porque investiga e incomoda a «personas que detentan poder».
Este viernes, el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, fue formalizado por una denuncia en su contra por supuestas irregularidades en la tramitación de causas, específicamente por delito de violación de secreto y delito informático. Eugenio Campos, fiscal regional de Magallanes, fue quien acusó que Arias habría extraído información de un servidor del Ministerio Público para enviárselo a un familiar.
A raíz de esto, el persecutor conversó con La Tercera sobre la denuncia en su contra y estableció que, tras esta, se encuentra el vínculo entre el fiscal nacional Jorge Abbott y el fiscal de Rancagua, Sergio Moya.
«Es bastante normal que se ataque al investigador cuando está siendo incómodo para alguna persona que detenta poder«, dijo Arias al medio, en relación a su calidad de imputado.
«Lo que sí me molesta son las noticias falsas, y eso es extremadamente dañoso, porque uno no tiene cómo defenderse de la noticia falsa», expresó el fiscal por la noticia de que su oficina había sido allanada. «Eso molesta. También se le ha dado mucha vuelta al ‘histórico’, ‘la caída de’. De caída nada, la verdad que estoy paradito. Y de lo histórico: el final va a ser el histórico«, sostuvo.
Además, afirmó que el envío de información a su hermana y a su cuñado, fue para poner en conocimiento un delito y originar una investigación por narcotráfico contra su sobrino. «El derecho penal es un derecho de hechos. Entonces, es como ‘¿usted se arrepiente de haber enviado antecedentes a una persona que decía tener otros y que en conjunto iban a originar una denuncia de tráfico de drogas?‘ No, porque es lo que hacemos siempre», se defendió.
«Le señalé a mi hermana que si yo accedía al sistema tenía que hacer la denuncia. Luego, ella me pide por favor que le permita hacerlo, que es su responsabilidad», explicó Arias. También agregó que cuando llegó la carpeta de la denuncia de Puerto Montt, fue tomada por el fiscal Moya, a quien le habría pedido que «hiciera diligencias mínimas de investigación» y las remitiera al fiscal nacional, cosa que este no hizo. Así comenzó la acusación en su contra.
«Yo encuentro esta situación bastante grave, pero mirándolo del punto de vista del sistema de enjuiciamiento criminal en general», interpretó el persecutor. «En este caso, lo que existió fue una denuncia falsa, efectuada con publicidad respecto de la cual no se realizaron de inmediato las más mínimas diligencias para corroborarlas».
«Pero, aquí lo grave no son las denuncias falsas, sino lo que hace el fiscal nacional, quien toma decisiones gravísimas, como la suspensión y la reasignación de todas las causas«, concluye.
Al mencionar a Jorge Abbott, Arias señala que hay una «fijación» de este en su contra, y apunta a la relación del jefe nacional del Ministerio Público con el fiscal de Rancagua. «Yo siempre supe de la gran cercanía que había entre Abbott y Moya, pero no a este nivel de familiaridad que existe entre ambos(…) pero el tema es otro. No es por ser ególatra, pero si no fuera porque soy una persona que investigó hechos relevantes, yo estaría en el suelo«, reflexionó, afirmando que ese era el objetivo comunicacional detrás de esta denuncia.
Por último, señaló que otra de las mentiras es que renunciaría a su cargo, cosa que negó rotundamente, asegurando que continuará «dando la pelea».
