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Esto, considerando que al día de hoy los profesionales de la salud constituyen el 9% de los contagiados por COVID-19, y que a medida que avance la pandemia llegarán a ser uno de los sectores más afectados, con las consiguientes consecuencias negativas para la atención sanitaria.
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), la Comisión de Salud y Migración del Colegio Médico de Chile y distintas instancias de la Universidad Diego Portales, de la UAH, de la Usach y del la UDD, emitieron un comunicado conjunto en el que llaman a facilitar que los médicos y profesionales de la salud con estudios en el extranjeros se incorporen a los equipos de asistencia médica y al mismo tiempo tomar medidas para proteger a la población migrante que se encuentre en una situación de vulnerabilidad crítica.
«Hoy tenemos la posibilidad de salvar vidas si sumamos a profesionales de la salud que estudiaron en el extranjero y que no pueden sumarse a la batalla contra el coronavirus porque aún no logran convalidar su título», explicó el director del Servicio Jesuita Migrante, José Tomás Vicuña.
En ese sentido, Vicuña explicó que ya existe la normativa vigente que permitiría la integración de estos médicos, por lo que lo único que resta es la voluntad de la autoridad.
«El 7 de marzo se publicó un decreto en el Diario Oficial que autoriza la contratación y ejercicio de médicos extranjeros cuyo título no este convalidado en Chile, pero hasta ahora hemos visto lentitud en la concreción», sostuvo.
Un ejemplo de la oportunidad que no está siendo aprovechada es el caso de los médicos venezolanos. Guarequena Gutiérrez, representante diplomática de Juan Guaidó en Chile, señaló que «tenemos una base de datos de cerca de dos mil médicos venezolanos que están dispuestos a trabajar por la situación de la pandemia -algunos tienen prueba Eunacom y otros no la tienen- que no están trabajando como médicos. En este momento, es menester que pasen a formar parte de la primera fila de la salud, para ayudar tanto a los enfermos como a todos los habitantes de Chile».
En la misma línea, Gutiérrez también recordó que «es fundamental que el Estado no discrimine en el acceso al tratamiento médico o a la ayuda económica básica por la situación administrativa de las personas; si están en situación irregular, si son turistas o si tienen residencia no es lo más importante, pues si no tienen recursos para comer o pagar un tratamiento no podemos dejarlos en segundo plano».
Justo ayer diversas instituciones lanzaron propuestas en torno a crisis sanitaria.
Hay más de 2000 médicos migrantes que hoy no están trabajando en el área de la salud.Es momento de actuar❗️❗️ pic.twitter.com/Qcl8l5khlR
— José Tomás Vicuña SJ (@Chumisj) April 16, 2020
