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Amira, la primera madre trans reconocida legalmente en Chile: «Ahora empieza una nueva vida, llena de esperanza»

Por: Carolina Ceballos | Publicado: 04.09.2020
Amira, la primera madre trans reconocida legalmente en Chile: «Ahora empieza una nueva vida, llena de esperanza» Amira Antonia marca precedente en Chile | Gentileza
«Legalmente estaba como el papá, pero quería que se me reconociera como madre, se lo dije a mi hijo y reaccionó súper bien, él tenía 11 en ese momento. Lo hablé con la (otra) mamá y los dos estuvieron de acuerdo», ilustra sobre la más dura batalla que ha dado en tribunales en los últimos 12 meses.

Hace casi un año, Amira Antonia Cabrera, dio inicio a un intenso camino de particular significado para su existencia. En su calidad de mujer trans, con un hijo de 11 años, quiso ser reconocida legalmente como tal, lo que fue de la mano con un trámite legal en tres direcciones.

En conversación con El Desconcierto, nos ilustra respecto de su historia.

«Fue súper rápido todo», es lo primero que nos dice al teléfono desde Iquique, la ciudad donde habita y en cuyos tribunales se falló su caso.

«Tengo un hijo de 13 años, con una niña con la que estuve cuando traté de hacer mi vida hétero, la mamá de él», cuenta.

A renglón seguido, Amira nos relata que nunca fue hétero, pero que lo intentó porque, «como todo ser humano», aspiró a ser socialmente reconocida.

«Legalmente estaba como el papá, quería que se me reconociera como madre, se lo dije a mi hijo y reaccionó súper bien, él tenía 11 en ese momento. Lo hablé con la (otra) mamá y los dos estuvieron de acuerdo», cuenta sobre la más dura batalla que ha dado en tribunales en los últimos 12 meses.

La génesis de todo

«Esto empezó con un amigo de una agrupación trans. Vino a Iquique a hacer unas charlas de la transexualidad y me ofreció la ayuda para mi cambio de nombre y de sexo, ahí surgió el tema de mi hijo», pormenoriza.

Sin embargo, cuenta, lo primero que el juez aceptó, fue «la resolución de mi nombre y sexo».

Con un pendiente particularmente significativo, Amira admite que su reacción de ese momento, no fue precisamente de felicidad.

«Me sentí mal. Por un lado estaba bien y por otro estaba mal, quería que resultara todo», cuenta.

Convencida de que no debía bajar los brazos, apelaron. «El caso se fue a la Corte de Apelaciones, ahí se resolvió lo de la maternidad. Pasaron unos meses y el fallo se dio a conocer hoy oficialmente», cuenta sobre un hecho que en nuestro país es inédito.

«Ahora empieza una nueva vida, llena de esperanza, fue algo maravilloso cuando me enteré», confidencia.

Y asume que el fallo, tiene mucha relevancia. «Sin querer queriendo, me hace ser una mujer transgénero activista, soy la primera (madre). Si me preguntan cuál fue mi experiencia, encantada de contarla, si me piden ayuda, yo feliz», relata entusiasmada.

«Cuando mi abogada me llamó, sentí cosas maravillosas. Esto es un logro muy grande, demasiado grande. Creo que también es un logro que trasciende a todos los trans», dice sobre su experiencia.

«He sabido de trans que han hecho el trámite y no les ha funcionado», comenta luego.

Cuando le consultamos cómo siente que opera la justicia chilena en relación a la diversidad sexual en nuestro país, Amira nos entrega su aterrizada visión. «Chile no está preparado y esto pasa porque la justicia y el gobierno no están preparados, si la ley Zamudio salió porque murió una persona», dice a continuación.

En efecto, lo que Amira intenta transmitir es que gracias a la normativa vigente hoy se siente más respaldada. Y menos a la deriva. Como históricamente se ha visto obligada a vivir su sexualidad en un país como el nuestro.

Las nuevas generaciones trans

«Lo que puedo decir de las nuevas generaciones, es que los tiempos ya no son como antes, hay muchas cosas para las nuevas generaciones, tienen apoyo sicosocial, he visto trans de ahora y para ellas todo es completamente distinto», cuenta.

«Con la Ley Zamudio, ya nos podemos mover tranquilamente, pero todavía está ese tema de la discriminación, antes en la calle te decían ‘caballo o maricón c…'», pormenoriza.

«Es muy distinto, la gente no es tan amable, pero ya se está asimilando, nosotras somos parte de la sociedad, aunque un porcentaje de la población no lo acepta, hay liderazgos que ayudan y están en la lucha constante», agrega.

«El Movilh, por ejemplo, antes no existía. Ya cuando empezó, hubo muchas agrupaciones que se formaron a través de hartos trans», comenta.

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Como transgénero, Amira cuenta que se encuentra en pleno período de transformación de su cuerpo. En este momento está en la etapa de abordaje farmacológico, aunque espera completarlo con una operación cuyos plazos se han dilatado.

«Me faltan la operación y mi voz, estoy con las hormonas que me dio la doctora antes que empezara la pandemia. Estoy desde el 2017 y ya más fuerte desde el 2018 con esto», asegura.

«Lo único que me da el hospital son los bloqueadores hormonales masculinos. Las hormonas femeninas las compro yo», detalla.

La intervención quirúrgica, al parecer, deberá esperar. «Hasta las operaciones se suspendieron a principios de año, después me dijeron que en septiembre, tengo que ver qué pasa ahora», concluye.

 

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