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«¿Y la fraternidad?»: Colegio Alianza Francesa anuncia externalización de servicios y despide sin previo aviso a 40 funcionarios y profesores

Por: Sebastián Reyes | Publicado: 28.10.2020
«¿Y la fraternidad?»: Colegio Alianza Francesa anuncia externalización de servicios y despide sin previo aviso a 40 funcionarios y profesores | Fotografía cedida por apoderados del colegio
A través de varias cartas, y con manifestaciones afuera del colegio ubicado en la comuna de Vitacura, la comunidad escolar de la Alianza Francesa (Lycée Antoine de Saint Exupéry) rechazó en masa la decisión unilateral de la corporación a cargo del establecimiento de despedir de golpe a 33 funcionarios y 7 profesores, algunos de los cuáles llevaban entre 10 y 20 años en la institución, en el marco de la adopción de un sistema de externalización de servicios. Esto, como argumentan desde la directiva, sería debido a problemas financieros ocasionados por el contexto que se vive en el país, sin embargo, las y los apoderados del colegio no coinciden con esta teoría.

Padres, alumnos, apoderados y profesores del colegio Alianza Francesa (Lycée Antoine de Saint Exupéry), emblemático establecimiento particular pagado ubicado en la comuna de Vitacura, denuncian que la corporación que dirige la escuela tomó «una decisión aberrante» a fines de la semana pasada, cuando le comunicaron inesperadamente a 40 profesores y funcionarios que serían desvinculados de la institución donde trabajaron por años, algunos hace más de dos décadas.

Son 33 personas que trabajaban en servicios de aseo, jardinería, portería y mantención del establecimiento, y siete profesores y profesoras, que se llevan con ellos también sus puestos docentes, pues estos serán eliminados y no reemplazados. Además, existe incertidumbre sobre lo que sucederá con los hijos e hijas de estos trabajadores despedidos, pues muchos de ellos asisten con beca a la Alianza Francesa, y la posibilidad de que dejen de recibir esta ayuda amenaza seriamente su permanencia en el colegio.

«Este año debíamos haber festejado los 60 años de nuestro establecimiento y digo nuestro, puesto que
-unos más, otros menos- hemos contribuido, desde nuestros puestos de trabajo a construir esta historia», comienza una carta enviada por las y los docentes del establecimiento a la comunidad escolar.

«Nuestro establecimiento se construyó como un espacio en donde el valor de la fraternidad se hacía realidad a través de la posibilidad de que los hijos de todos podían acceder a una educación de calidad, exigente, crítica y fundada en la formación de ciudadanos. Nuestro liceo conservó esta característica fundamental y con ello los alumnos convivían, compartían y construían lazos con sus compañeros que provenían de diferentes sectores sociales, económicos y culturales», establecen desde el profesorado.

«En La Alianza los hijos del jardinero, del portero, del profesor, del embajador, del empresario, del gerente de la empresa transnacional o del senador, jugaban, estudiaban y crecían juntos. Hoy esto se rompió brutal y trágicamente. No volveremos a ver al hijo de aquel que posiblemente más necesita de este espacio de posibilidades», señalan con tristeza en la misiva.

Además, acusan que la razón principal sería una externalización de los servicios que realizaban los funcionarios contratados por la corporación, y que pertenecían a la «familia» del colegio.

Así, y denunciando esta precarización laboral que tuvo como consecuencia estos despidos masivos, desde la comunidad de la Alianza Francesa explican a El Desconcierto que lo que más les duele es que esto contraviene todos los valores que habían logrado inculcar y mantener en conjunto durante años, y que de acuerdo a apoderados y apoderadas del colegio, habrían comenzado a perderse luego de que empezara a funcionar la sede de Chicureo, la que, señalan, estaría funcionando con pérdidas y manteniendo privilegios como piscinas olímpicas y clases de equitación a costa de que el establecimiento de Vitacura.

El término de una Alianza histórica

«Lo que sucedió es simplemente vergonzoso en el fondo y en la forma», acusan las y los profesores, quienes relatan en su carta el «golpe» que fue el despido de estos colegas.

Aseguran que las desvinculaciones habrían sido orquestadas «casi a mansalva» y preparadas «con antelación, previendo todos y cada uno de los pasos que se dieron».

De esta forma, sostienen que los funcionarios afectados fueron convocados a última hora del miércoles, y que el establecimiento incluso dispuso de taxis para quienes tuvieran problemas para trasladarse al colegio.

Cuando estas personas llegaron al lugar que fue su segunda casa por tanto tiempo, pensaban que esto tenía que ver con una reunión para prepararlos para un posible retorno presencial a clases, que está evaluándose para aquellos estudiantes que voluntariamente quieran volver a las aulas, como explican fuentes dentro de la comunidad escolar a El Desconcierto. Sin embargo, se encontraron con un escenario muy diferente.

Los profesores cuentan que había un bus listo para llevar a las personas despedidas en ese momento, «cual manada», a firmar el finiquito a una notaría, para hacer el proceso lo más expedito que pudieran, y haciendo imposible que las y los afectados fueran capaces de reaccionar de alguna manera a lo que se estaba haciendo con ellos. «Aquellos que debían defender a los trabajadores (sindicatos) solo conocieron los hechos en el momento mismo en que estos se producían», señalan las y los docentes en su declaración a la comunidad.

«No solo estaban despidiendo a un grupo de trabajadores a los cuales se les ofreció un plus en el finiquito legal, como si quisieran hacerse perdonar o justificar lo ‘justo’ de su propuesta, sino que estaban poniendo término a la Alianza histórica, aquella que era un espacio de oportunidades para sus trabajadores e hijos, aquella que encarnaba los valores en los que se educan sus alumnos. Todo eso se terminó y posiblemente debiéramos comenzar a hablar de liceo Lafase, uno más de la élite chilena, con muchos funcionarios al servicio de esta», sentencia el profesorado.

Liberté, Égalité, Fraternité

Al enterarse de esta noticia, no solo los profesores y profesoras solidarizaron con el personal despedido, sino que todos los estamentos de la comunidad se pronunciaron al respecto, rechazando de plano esta decisión de la corporación, y exigiendo que el colegio se retracte de esta medida.

«Como cuartos medios nos hemos visto enfrentados a un año particularmente duro, aceptar que nuestro último año sería a distancia, lejos del colegio que muchos hemos considerado nuestra segunda casa por quince años, sería algo difícil y doloroso. Cuando pensábamos en lo triste que sería no pasarlo en el colegio, no pensábamos en sus pasillos ni sus salas, sino más bien en las personas que los recorren llenándolo de vida y cariño. Sería un cuarto medio lejos de nuestros amigos, lejos de nuestros queridos profesores y profesoras y lejos de los auxiliares que han estado presentes desde que llegamos a maternelle», señalan las y los estudiantes que deben dejar este año el colegio.

«El colegio no tiene problema con seguir cobrando la mensualidad completa, pero cuando se trata de gastar parece no ser una de sus prioridades mantener a miembros que se esfuerzan día a día para transformarlo en comunidad», dicen las y los alumnos de cuarto medio de la Alianza.

Por su parte, las directivas de cursos de Secundaria del colegio Lycée Antoine de Saint Exupéry (el equivalente al Centro de Padres y Apoderados) enviaron una carta al presidente de la corporación encargada del colegio, Paul Miquel, donde rechazan el hecho de que esta decisión «no fue consultada al conjunto de la comunidad escolar ni comunicada con antelación. Por el contrario, se arguyeron promesas en el sentido de que no habría despidos, como argumento para instar a los apoderados a seguir pagando puntuales mensualidades».

«¿Dónde ha quedado la fraternidad propia del lema de la república francesa y de la educación que pregona? ¿Cómo se entiende la adopción de una decisión de tamaña frialdad a pocos días de la muerte de otra querida profesora, en un contexto de sufrimiento de muchas familias a consecuencia de la pandemia que nos afecta y en un momento en que lo que menos se espera es que se separe a los estudiantes de docentes y otras personas con las cuales han construido lazos de respeto, afección y proyección, menos aún cuando se organiza la vuelta a clases presenciales?», se preguntan las y los apoderados.

Así también, señalan que buscan una educación empática e integral para sus hijos e hijas, «y no una que les indique que frente a constreñimientos temporales (muchos de ellos, hay que decirlo, derivados de malas decisiones de la misma corporación que usted representa), se debe optar por cortar el trabajo y así parte esencial de la dignidad de las personas».

«La corporación que usted representa es una sin fines de lucro. Esperamos que actúe en consecuencia y revierta urgentemente la decisión que estimamos injusta y desproporcionada, reintegrando a los 40 funcionarios y funcionarias afectados, junto con informarnos detalladamente acerca de las razones que han llevado a esa infortunada decisión», concluyen.

Por último, el Desconcierto pudo corroborar que, hasta el momento, más de 670 ex alumnos y alumnas de distintas generaciones del colegio, han firmado una misiva en francés que se encuentran trabajando para enviar al embajador de Francia en Chile, Roland Dubertrand, donde le manifiestan su molestia y lamentos al gobierno que entrega fondos para financiar la institución en nuestro país.

El otro Alianza y los problemas financieros

Mónica Zamorano – quien habla en representación otros apoderados y apoderadas – asegura que el ambiente del colegio era muy «abierto» hace un tiempo atrás, «contrario a algo capturado por una sola visión de mundo», y que eso le llamó la atención como para quedarse hace ya más de 20 años, aparte del hecho de que ella venía de vivir en Francia, donde nacieron dos de sus hijos. Sin embargo, cuenta que esto tiene a la comunidad muy preocupada.

«Toda la externalización significa precarización del trabajo, precarización humana, que muchas personas permanecen muy poco en ese tipo de trabajos, entonces hay un recambio de trabajadores permanente. Creemos necesario impedir esta tercerización del trabajo del personal de servicios, de verdad ellos son, han sido por las circunstancias, un verdadero corazón al centro de la vida cotidiana de los niños. Su dedicación y contención, además de la seguridad ofrecida a los niños, la confianza construida en trayectorias de tiempo, donde algunos crecen, otros envejecen juntos», relata.

«Uno de los profesores que echaron incluso recibió el premio a la excelencia académica el año pasado, entonces no se entiende. En el fondo y la forma es un desastre. Los tratan de ‘valiosos colaboradores’ y hay gente que se fue llorando de la notaría», reclama la apoderada del colegio.

En esta misma línea, relata al medio que las y los apoderados tienen sus propias teorías de porque ocurrieron estos despidos, y la supuesta «necesidad financiera» que presenta el establecimiento. «En la reunión de la corporación esa misma semana del día martes no se dijo nada de esto. Se dijo que se iba a subir el arancel a las familias, que siempre expresaron que no querían despidos. Nunca se informó de una situación particular que implicara despidos. Y todo esto tiene un trasfondo de que no hay claridad con nada desde que se hizo un segundo Alianza en Chicureo», explica Zamorano.

«Resulta que ahí se destina mucho dinero y nunca se ha entendido bien cómo funciona, por lo que ha generado múltiples conflictos. Por ejemplo, allá se hizo una piscina olímpica que estuvo mal hecha, y tuvo que hacerse de nuevo, allá los niños practican equitación, y hay un contingente de alumnos muy pequeño. Entonces, nosotros tenemos la impresión de que ese colegio trabaja a pérdidas», dice la apoderada.

Hasta el cierre de esta edición, El Desconcierto trató de comunicarse sin éxito con el colegio de Vitacura para conocer su versión de los hechos, y su respuesta ante estas acusaciones, pero no obtuvimos respuesta. Sin embargo, sí tuvimos acceso al comunicado que envió la corporación al personal de la escuela, explicando lo sucedido.

«Siempre es difícil tomar decisiones como las que fueron informadas el jueves pasado. Ellas afectan a colegas que han estado presentes en el establecimiento hace muchos años y tuvieron que ser tomadas bajo la presión de una situación económica de nuestro colegio muy delicada», explica la misiva firmada por Paul Miquel.

«La desvinculación de 33 colaboradores de servicios generales y 7 docentes se inscribe en un plan global de medidas que buscan recuperar el equilibrio financiero, indispensable para la sostenibilidad del establecimiento. Es responsabilidad del directorio de la corporación tomar estas difíciles decisiones, por el bien común y el desarrollo de nuestra actividad», argumentan.

Y llegando al final, viene la parte más fraterna del comunicado, donde tratan de consolar a su personal luego de haber despedido a 40 de sus compañeros y compañeras en plena pandemia: «organizaremos antes del final del año una despedida y un homenaje por la dedicación y el cariño que han puesto en su trabajo durante todos estos años».

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