Fachada 51° Comisaría de Pedro Aguirre Cerda | Agencia Uno
Camilo Miyaki fue detenido junto a su pareja por no usar mascarilla. Horas después apareció muerto en la única celda que tiene un punto ciego de las cámaras de seguridad. La versión policial apuntó a un suicidio con una frazada que le proporcionaron en una calurosa tarde de verano. Las dudas que existen en torno a este deceso hacen que se haya generado un masivo clamor de justicia al que se sumó el jefe comunal.
El alcalde de Pedro Aguirre Cerda, Juan Rozas Romero, se refirió a la muerte de Camilo Miyaki, el joven que se habría suicidado al interior de la 51° Comisaría de Carabineros de la comuna.
En una declaración, Rozas afirmó que lamenta “profundamente el fallecimiento de Camilo Miyaki, cuya muerte se produjo el domingo 7 de febrero, mientras permanecía en la 51° Comisaría de Carabineros, en circunstancias que deben ser aclaradas con total transparencia”.
Asimismo, aseguró que “hemos tomado contacto con la familia de Camilo, para entregar nuestras condolencias más sentidas y ofrecer la ayuda que esté en nuestras manos proporcionar”.
También aclararon que el joven “había sido arrestado por transitar sin mascarilla. Resulta inexplicable que esa situación concluya con su deceso, especialmente bajo la responsabilidad y custodia de la policía”.
Finalmente, el alcalde de la comuna aseguró que “resulta imperioso que las diversas investigaciones iniciales esclarezcan completamente los hechos y haya verdad, justicia y reparación, de ser necesario”.
Tras constatarse la muerte del joven, las dudas sobre lo ocurrido no tardaron en generarse, debido a que su cuerpo apareció colgado justo en única la celda donde existe un punto ciego de las cámaras de seguridad.
Además, la versión policial indica que se colgó con una frazada que le proporcionaron en una calurosa tarde de verano, en un gesto no habitual con detenidos en calabozos, lo que incrementó más las suspicacias.
“Hay muchas cosas que no me cuadran. Nosotros conocíamos a Camilo y no es una decisión que él podría haber tomado”, afirmó Maribel Soto, pareja de Camilo, en conversación con El Desconcierto.
“Había cámaras de seguridad, una persona responsable de ellas. Había un guardia de calabozo… (…) Los procedimientos indican bien claro que ellos tienen que velar por la seguridad de los detenidos, y no cumplieron. Ni siquiera deberíamos estar conversando, Camilo debería estar con nosotros”, agregó.
Las dudas de todos, no sólo la familia de Miyaki, también tienen su génesis en el lamentable historial que posee la 51° Comisaría de Carabineros de PAC.
A comienzos del estallido social ya hubo una denuncia de abusos sexuales y torturas a detenidos, lo que incluso llevó al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) a iniciar una investigación.
