CeciliaToro | Cedida
La militante descolgada de la candidatura presidencial de Paula Narváez, quien lidera un colectivo que suscribe la postulación del alcalde de Recoleta, denuncia que al interior del partido que dirige Álvaro Elizalde, «existe una ausencia en la defensa de los derechos de los trabajadores», que «se reprime a sus militantes por tener convicciones profundas». Adicionalmente, cuestiona el rol del ex ministro de Bachelet en la campaña de la abanderada socialista, asegurando que su nominación lo sacó de la papeleta de las elecciones para instalarse en La Moneda, su real aspiración política.
Hace poco más de una semana, un llamativo video de Daniel Jadue comenzó a circular en redes sociales, causando un revuelo no menor. Todo esto, debido a que en él se aprecia al presidenciable del PC hablándole a adherentes socialistas, lo que de manera inmediata incomodó a la mesa de PS, desde donde incluso anunciaron la oficialización de un reclamo ante la tienda liderada por Guillermo Teillier.
El registro audiovisual es una de las primeras iniciativas emanadas del colectivo «Socialistas por Jadue», un grupo de militantes del partido que dirige Álvaro Elizalde, que decidió desmarcarse de la candidatura de la presidenciable del conglomerado, Paula Narváez, y adherir a la del actual jefe comunal.
Cuáles son las fisuras internas que hay entre la mesa directiva y el grupo disidente, hacia dónde apuntan los cuestionamientos y por qué la ex ministra de Michelle Bachelet no logra concitar un apoyo cerrado al interior de su partido, son algunas de las preguntas que contesta la vocera de la facción que respalda a Jadue, Cecilia Toro.
Ustedes han planteado serias críticas a la mesa directiva del PS, ¿a qué apuntan específicamente con estos cuestionamientos?
Creemos que existe una desconexión entre los objetivos de una mesa directiva cuyas convicciones apuntan a establecer consensos con una elite que ha demostrado durante estas tres décadas no estar dispuesta a negociar, sino a imponer su Constitución y mantener a toda costa el rayado de cancha establecido por la dictadura. La base socialista entiende que estos consensos pudieron ser necesarios en una primera etapa de transición, cuando obviamente la amenaza militar, con Pinochet a la cabeza, seguía siendo inminente, lo cual podemos discutir y la historia lo juzgará. Sin embargo, el haber tenido este camino también nos condujo al estallido social. Chile fue objeto de un experimento extremo, desde los Chicago Boys ese experimento se mantuvo hasta hoy, implicando una serie de condiciones de inequidad social, desde la educación hasta las pensiones, pasando por la salud para quienes pueden pagarla. Hoy, militantes de base sentimos al PS como un partido profundamente descolgado de su militancia, de su historia y de los trabajadores de Chile, de su pueblo, sumergido en la comodidad y sin querer asumir nuevos desafíos en la política.
Existe una suerte de sensibilidad importante con la figura de Allende, a quien Jadue aludió en el video que ustedes le pidieron, crees que hay una apropiación de los ideales que él representa de parte del PS y hasta qué punto, más allá del discurso, estos se respetan en el ejercicio político cotidiano del partido?
Los ideales de Salvador Allende no están sujetos a interpretación, Allende era un socialista y creía en una sociedad distinta donde el rol social estaría en manos del Estado. No vemos en las autoridades actuales del PS ningún espíritu allendista, cuando muchos de sus miembros financian campañas con los mismos poderes económicos que creó la dictadura, cuando existe una ausencia en la defensa de los derechos de los trabajadores, cuando se reprime a sus militantes por tener convicciones profundas. Allende no habría negociado en estos términos, Allende dio su vida por los trabajadores de Chile y con fuerza elevó su militancia socialista.
¿Por qué sienten ustedes que el PS no ha sintonizado con las demandas ciudadanas derivadas del estallido social?
El PS entra en la maquinaria política desde los 90 en adelante. En esta posición se sienten cómodos con una inspiración de poder cambiar las cosas desde adentro, pero en la práctica esto no ocurre, se prefiere apuntar a crear las condiciones de crecimiento macroeconómico, pensando en una política de chorreo, mismo argumento de la dictadura y de sus Chicago Boys, pero la historia nos mostró que esto era pan para hoy y hambre para mañana. El crecimiento sólo benefició a una elite minoritaria, mientras una gran masa de ciudadanos y ciudadanas en Chile tenía que hacer milagros para llegar a fin de mes con niveles aberrantes de endeudamiento.
Además al interior del partido han ocurrido hechos graves que no se han querido asumir con fuerza y transparencia, como por ejemplo los vínculos del PS y (Julio) Ponce Lerou, otro ejemplo que es peor, porque aun se mantienen, son casos de militancia activa de San Ramón que son autoridades en la estructura del partido, las denuncias de acoso sexual que nunca se cursaron a tiempo. Claramente, estos hechos generan una distancia importante con la ciudadanía por falta de credibilidad.
Después del video y de la oficialización de la carta pública del colectivo «Socialistas por Jadue», ¿qué actitud tomó el partido con ustedes?
No esperábamos algo distinto a lo que ocurre hoy, sabíamos que aparecerían algunos espadachines con su discurso del terror, la dueña del logo del PS, los de elite minimizando nuestro nuestro discurso, pero lo más llamativo es que no han cuestionado nada, no han querido asumir la crítica de fondo que hemos hecho nosotros, que dice relación con la negociación de acuerdos con la DC, (y) la falta de contenido político que gire hacia la izquierda de Chile.
¿Qué vínculo tienen ustedes con la mesa directiva?
Tenemos un distanciamiento profundo con el presidente del partido y su secretario general, no coincidimos con sus liderazgos, con sus discursos ni su forma de hacer política.
¿Sienten que la candidatura de Paula Narváez tiene posibilidades de consolidarse?
Paula Narváez es una mujer decente en política, con un discurso muy empático, lamentablemente la forma de instalar su candidatura generó muchos anticuerpos con el actual presidente del PS, quien juega el rol de defensor y promotor de su campaña, cuando en lo subterráneo no es así. Es su costumbre, en todo caso, decir una cosa y hacer una muy diferente por abajo. Todo este escenario, resta posibilidades en una presidencial.
¿A qué te refieres?
El presidente del Partido Socialista quedó muy dolido después de que la (ex) Presidenta Bachelet apoyó públicamente a Paula Narváez, cuando él antes había tensionado el apoyo de diputados (para él), quedando automáticamente marginado de una eventual candidatura presidencial. Hoy, hay que decirlo y es lo que suena muy fuertemente al interior del PS, espera una derrota de Narváez para volver a aspirar a una posibilidad presidencial en cuatro años más.
¿Ustedes, como colectivo, le han planteado a Paula Narváez los cuestionamientos que tienen a su postura?
El liderazgo de la compañera Paula Narváez surgió hace algunos meses, liderazgo que respetamos, pero de inmediato escuchamos su intención de replicar acuerdos estratégicos con el partido de derecha de la DC, situación que de inmediato nos impactó y que distanció nuestro discurso con el de su comando.
¿Creen que fue un error proclamarla a ella como presidenciable del PS?
Cuando existe una ausencia de proyecto, pugnas de poder y una profunda despolitización y falta de liderazgos coherentes con el socialismo, por más que tengamos el mejor candidato, el puño en alto y cantemos fuerte ‘La Marsellesa’ socialista, no instalaremos un presidenciable.
