Yasna Provoste, presidenta del Senado | Agencia Uno
«El poder constituyente originario es un poder plenamente autónomo que se establece para reordenar el cuerpo político de una sociedad, teniendo como límites el respeto de los derechos fundamentales. En consecuencia, no puede ser limitado a la redacción de una nueva Constitución bajo reglas inamovibles, sino que debe ser expresivo de la voluntad popular», expresó un grupo de 34 constituyentes en una declaración que la presidenta del Senado no suscribió.
Esta mañana la presidenta del senado, Yasna Provoste, concedió una entrevista a Duna, emisora en la que abordó distintos temas de contingencia, entre ellos el proceso constituyente próximo a comenzar, en en medio de una moción de un colectivo de 34 constituyentes electos agrupados en la «Vocería de los Pueblos”, quienes vía Zoom dieron a conocer seis garantías democráticas para el desarrollo de la Convención Constitucional.
En este contexto, plantearon que «el poder constituyente originario es un poder plenamente autónomo que se establece para reordenar el cuerpo político de una sociedad, teniendo como límites el respeto de los derechos fundamentales. En consecuencia, el proceso abierto por los pueblos no puede ser limitado a la redacción de una nueva Constitución bajo reglas inamovibles, sino que debe ser expresivo de la voluntad popular, reafirmando su carácter constituyente sostenido en la amplia deliberación popular y la movilización social dentro y fuera de la Convención”.
A renglón seguido, postularon que la mencionada instancia, no debe regirse por las normas emanadas del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019.
Consultada al respecto por la voluntad expresada por esta facción del órgano constituyente, Provoste fue clara en asegurar que “ya hemos elegido a los 155 miembros. Creo que tenemos que dejar que ellos hagan su trabajo. Ningún grupo tiene hoy día la posibilidad de imponer al otro normas de funcionamiento. Eso requiere que se avance rápidamente en imponer las condiciones de reglamento de cómo va a funcionar la Convención, que es una tarea desde un principio asumida por la propia Convención».
Paralelamente, complementó sus declaraciones aludiendo a la conformación del estamento. “Ningún sector tiene posibilidad de veto y, por tanto, eso obliga que todos tengan que dialogar por nueve meses, más tres adicionales, (para que) puedan hacer una propuesta al país por una nueva Constitución”, sostuvo.
“El mandato de la Convención está absolutamente claro. Todos los chilenos que hemos participado de este proceso, incluidos ellos, es para cumplir un mandato que es escribir en ese plazo una nueva Constitución y eso es lo que el país entero espera que ellos hagan, pensando en cómo se reconfigura una nueva sociedad. Ya consideramos que los plazos son bien acotados, pero esas fueron las reglas del juego”, agregó la parlamentaria.
Posteriormente, aludió a la parte específica de la declaración en que los 34 constituyentes aseguran que no se subordinarán al “Acuerdo por la Paz”. “Es bien extraño, porque precisamente el Acuerdo por la Paz es el que establece el cronograma constituyente”, cuestionó Provoste.
Por último, apuntó a los términos del acuerdo alcanzado hace un año y medio. “Estableció el Plebiscito, donde muchos de nosotros participamos, fue el que permitió hacer la reforma constitucional para poder generar la Convención Constituyente que fuera paritaria, con participación de pueblos originarios. Uno siempre puede tener una aspiración distinta. Nosotros personalmente desde la oposición pensábamos que los escaños reservados debían ser mucho más de los 17 que finalmente tuvimos”, concluyó.
