Desde hace ya un tiempo, que expertos en geología comenzaron a advertir de los peligros que significan construir sobre la Falla de San Ramón, que se extiende por los faldeos precordilleranos de Santiago desde Las Condes hasta Las Vizcachas.
Esta falla, completamente activa, podría generar un devastador terremoto en la capital, superior a los 7,5 de magnitud en la Escala de Richter, donde incluso algunos se atreven a superar la barrera de los 8,0, dependiendo de la profundidad donde se genere el rompimiento.
Ante esto, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó durante octubre el informe de una comisión investigadora que revisó los permisos de construcción, detallando las múltiples edificaciones existentes sobre ella.
El estadio San Carlos de Apoquindo de la Universidad Católica, la Universidad Adolfo Ibáñez, el Centro de Estudios Nucleares de La Reina y muchas edificaciones residenciales, son algunas que se encuentran sobre o muy cercana a la Falla de San Ramón y que podrían estar en serio peligro.
El informe de la Cámara Baja recomendó al gobierno modificar el plano regulador de comunas como Vitacura, Las Condes, Peñalolén, La Reina, La Florida y Puente Alto, con el fin de determinar zonas de riesgo ante un eventual terremoto.
El conocido geógrafo y académico nacional, Marcelo Lagos, advierte que “día a día los bloques en contacto en la Falla de San Ramón acumulan energía, tensión que se libera como terremotos que necesitan miles de años para su ocurrencia”.
“Cuando uno estudia la oferta inmobiliaria en el sector oriente en Santiago, y se pone como atributos principales la naturaleza, el aire limpio y todos esos atributos, pero no consideran el riesgo. En Chile la norma de construcción es mucho más robusta que en otros países. Sin embargo, ésta, al igual que los planes reguladores, aún no incorporan a la Falla de San Ramón como un escenario de riesgo”, añadió el experto.
¿Qué pasará en Santiago si se produce un terremoto?
Tanto Lagos como otros expertos advierten sobre el peligro latente que vive Santiago. “Implica la posibilidad de un terremoto de fuente cercana, o sea, fuente local. Ya no estamos hablando de sismos de subducción que, en general, ocurren en el contacto de las placas tectónicas, sino que esto corresponde a sismos debido a que la corteza continental, que es donde vivimos nosotros, acumula esfuerzos tectónicos, se rompe, se fractura y se mueve”, señaló el académico Gabriel Easton a Biobío.
Para Marcelo Lagos, “en Santiago el terremoto del 2010 duró un minuto y medio, dos minutos. Las aceleraciones fueron 0,3 a 0,56 en la zona de Maipú y esta falla superficial va a tener aceleraciones de 0,7-0,8, o sea, mucho más grandes, pero el tipo de movimiento es muy corto”.
Hasta el momento, lo único que queda, para ellos, es tener a la población educada sobre estos peligros y cómo actuar en caso de un movimiento telúrico de gran magnitud y, en lo urgente, detener todo proyecto residencial en la zona, que presenta un 55% de urbanización sobre la Falla de San Ramón.