Luego de que a mediodía de este domingo el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, anunciara en un punto de prensa en La Moneda, la renuncia de Andrés Allamand a la Cancillería, en medio de una semana compleja, marcada por las críticas alusivas a su ausencia en el cargo, mientras se encontraba en España, donde en abril asumirá la titularidad de la Secretaría General Iberoamericana, vinieron las palabras del dimitido ministro de Estado.
“Hace unos días anticipé oportunamente, que en el periodo de mi feriado legal, en el marco de de la coordinación habitual de las autoridades de gobierno, viajaría a España, país cede de la organización que debo encabezar próximamente”, aseguró Allamand en su declaración en La Moneda.
Paralelamente, argumentó que la polémica originada por su viaje en medio de la crisis migratoria que afecta a Chile redundó en una serie de «críticas que afectan al gobierno del que formo parte, y de paso, pretenden desacreditar el trabajo de Cancillería».
Asimismo, agregó, «tales críticas no solo han distorsionado las actividades que he realizado en el extranjero, también han contribuido a tensiones en el clima político, siendo que la serenidad del mismo es lo que más favorece el traspaso del poder entre el actual gobierno y el gobierno electo”.
Por último, Allamand comentó cómo asume esta salida de la Cancillería. “Me afecta personalmente en este momento, que marca el cierre definitivo de mi larga vida en la política nacional», dijo anunciando su decisión.
«Quiero agradecer el cariño de miles de compatriotas que confiaron en mí con su respaldo en las distintas responsabilidades que me ha correspondido asumir. Y también, a mis adversarios, con los que siempre procuré mantener una relación constructiva, de respeto, lealtad y amistad cívica», concluyó.