Abusos sexuales en los maristas: Comisión interna pide máxima celeridad en reparación a víctimas

Luego de que en noviembre último la Congregación de los Hermanos Maristas encargara la constitución de una Comisión de Acogida y Contribución a la reparación de víctimas de abuso sexual mientras estaban al cuidado de esta orden, este miércoles se informó acerca del proceso interno que enfrentó la agrupación, además de una serie de medidas reparatorias.

«Recibimos variados testimonios y estudiamos un conjunto de documentos. Estos antecedentes nos han permitido llegar a la convicción de que, desde la década del 60′ al menos, se sucedieron múltiples casos de abuso sexual, perpetrados por hermanos o por otras personas vinculadas a la congregación, al interior de algunos colegios o en otros recintos o actividades, siempre en el contexto institucional de la congregación», admiten.

Paralelamente, transparentan que en su mayoría quienes estuvieron afectos a estas traumáticas situaciones, «tenían menos de 14 años» al momento de los hechos.

Y aclaran que, además, «todas se encontraban en una situación de dependencia respecto de la congregación y bajo su cuidado».

Sobre el informe elaborado por la comisión encargada, aseguran que avanza «una reflexión sobre las circunstancias que habrían permitido la ocurrencia de tales abusos, en momentos y lugares diferentes, su prolongación en el tiempo y la ausencia, hasta hace muy poco, de una adecuada reacción institucional frente a ellos».

Posteriormente, respecto de las medidas de reparación, detallan que algunas «son económicas», mientras que otras «tienen que ver con apoyo espiritual y pastoral». En este sentido, la organización religiosa aclara que otras medidas están vinculadas a «la actitud que debería tener la Congregación frente a quienes las víctimas sindican como abusadores».

Y enfatizan la necesidad de «garantizar la prevención y el cuidado de quienes están bajo su cuidado».

«Solicitamos a la Congregación que proceda con la mayor celeridad posible», plantean argumentando que «las víctimas llevan demasiado tiempo esperando, lo que no sólo agrava el daño generado por los abusos, sino que incluso puede ser su fuente principal».