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Con foco en infraestructura, Mineduc define «Política de Reactivación Educativa Integral»

Por: Sebastián Reyes | Publicado: 10.05.2022
Con foco en infraestructura, Mineduc define «Política de Reactivación Educativa Integral» Marco Ávila | Agencia Uno
«Ha faltado una política de Estado, probablemente desde hace más de 20 años, que reponga los establecimientos educacionales y que permita mejorar la infraestructura y el sistema», indicó el ministro de Educación, Marco Ávila, luego de detallar un plan de cinco medidas centrales.

Este martes el ministro de Educación, Marco Ávila, presentó oficialmente su «Política de Reactivación Educativa Integral», la cual consta de cinco medidas principales con las que se busca mejorar las condiciones educacionales, tanto para los estudiantes como para los recintos donde se lleva a cabo su enseñanza, esto último a través de un presupuesto de $10 mil millones para reparación de infraestructura que ya se había anunciado anteriormente.

Esto se visualiza como un proceso de varios años, con una fase inicial (2022-2023) que tiene como foco responder en el corto plazo a las situaciones más urgentes, para luego proyectar transformaciones sistémicas a mediano y largo plazo.

Dentro de las nuevas medidas que se contemplan para esta estrategia, destacan la creación un programa de fortalecimiento de la convivencia escolar en 60 comunas prioritarias, el aumento de la cobertura territorial del «Programa Habilidades para la Vida» en enseñanza media, y la concreción de convenios con facultades de educación para movilizar a 10.000 estudiantes de pedagogías para que realicen tutorías a estudiantes o grupos de estudiantes. 

En cuanto a la primera acción descrita, el programa comunal de atención en crisis y convivencia escolar se implementará a mediados de junio de 2022 en 60 comunas en las que se observan mayores situaciones de violencia escolar, con la asesoría de universidades con experiencia e investigación en convivencia escolar. Considerará cuatro focos: redes comunales de convivencia escolar; fortalecimiento de las capacidades de los equipos de convivencia de los establecimientos de la comuna, encargados comunales, provinciales y regionales; apoyo directo a comunidades educativas; e intersectorialidad.

Mientras, en lo referido al mejoramiento de la salud mental, se ampliará cobertura y campo de acción del «Programa Habilidades para la Vida» en comunas y escuelas. El plan incluye herramientas para mejorar la convivencia y promoción con estudiantes, apoyo y consejería a trabajadores de la educación (docentes y no docentes), instrumentos de detección de estudiantes con necesidades de salud mental, atención focalizada en consejerías y apoyos de equipos psicosociales y una mejor articulación para la derivación al sistema de salud. La meta para 2022 es pasar de 25 a 100 comunas con atención en enseñanza media.

Por último, y en cuanto a los convenios con facultades educativas, desde el Ministerio de Educación (Mineduc) aseguran que implementarán un Programa Nacional de Tutorías, con el apoyo de estudiantes de pedagogía, que busca reunir este año a 10.000 tutores para atender a 50.000 estudiantes del sistema escolar.

Infraestructura en los colegios

La cuarta medida se enfoca en el fomento de la lectura y la escritura en espacios educativos formales y no formales, para todos los niveles. Como primera acción, se enviarán a los establecimientos educacionales las orientaciones metodológicas y didácticas para priorizar el aprendizaje de la lectura y la escritura en primer ciclo de educación básica, haciendo uso de los materiales de «Leo Primero» y de los textos de estudios (1° y 2° básico).

Para el segundo ciclo, se implementará un programa de desarrollo de competencias lectoras y de escritura en estudiantes no lectores. En tanto, para los estudiantes migrantes se propone una estrategia de desarrollo de la lectura y escritura de español como segunda lengua.

La quinta propuesta se denomina «Plan de Reparación y Recuperación de Espacios Educativos 2022-2023», y tendrá como objetivo reparar de manera urgente la infraestructura escolar más deteriorada.

Este plan -que contará con un presupuesto de $10 mil millones para este año- beneficiará a establecimientos educacionales públicos que presenten riesgo de suspensión total o parcial del servicio debido a problemas de infraestructura, tales como: problemas sanitarios, problemas eléctricos, problemas de habitabilidad y malas condiciones de seguridad.

Finalmente, en el caso de las comunas donde hay falta de cupos para estudiantes, el plan dispondrá de recursos para habilitar salas u otros espacios ociosos, mediante intervenciones de conservación, de manera de disponer de una mayor cantidad de cupos que puedan ayudar a resolver el problema de cobertura de matrícula evidenciado en varias regiones del país.

Una política que ha faltado por 20 años

Luego de la presentación de estas medidas, el ministro Ávila explicó que «efectivamente, la pandemia nos golpeó fuerte a todos, especialmente en la salud mental, especialmente en la convivencia escolar, especialmente en los aprendizajes. Por lo tanto, hoy queremos presentar esta política que incorpora varios elementos».

«Los momentos complejos que enfrentamos, no son exclusivos de nuestro país (…) la pandemia fue una crisis, y evidentemente tuvo sus consecuencias», dijo el secretario de Estado, acotando que «esta es una forma distinta de solucionar los problemas, que antes nosotros creíamos que estaban resueltos de manera pacífica o dialogada».

«Esto también se expresa en el estrés que han sufrido nuestros profesoras y profesores, y es por eso que como Ministerio de Educación creemos que hay que colocar herramientas que vayan en su apoyo, y que entreguen respuestas a sus necesidades», sostuvo.

«El retorno a la presencialidad nos ha planteado estos desafíos, y creemos que, lamentablemente, la forma abrupta en la que volvimos a clases, no nos permitió tener a tiempo una respuesta adecuada», señaló Ávila.

Para terminar, el ministro concluyó que «esta interrupción de los aprendizajes generó también un agravamiento de la salud mental, se afectó el desarrollo socioemocional, sin duda, y también se ha expresado en un deterioro de las condiciones materiales que han tenido los establecimientos. Ha faltado una política de Estado, probablemente desde hace más de 20 años, que reponga los establecimientos educacionales y que permita mejorar la infraestructura y el sistema».

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