Una vez más el presidente de la Confederación de Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil, hizo noticia por polémicas declaraciones. En esta ocasión, señaló que «un profesional común y corriente puede comprar un departamento en Miami», frase que no pasó inadvertida ni en las redes sociales ni en el Congreso, desde donde respondieron con dureza a las palabras del empresario.
«Es cuestión de ver las ofertas de departamento en Miami (…) y eso no lo compran los multimillonarios, lo compran las personas común y corrientes (…) un profesional común y corriente, que puede tener sus ahorros, puede comprar un departamento… en vez de comprarlo en Santiago, lo compra en Miami ¿Por qué no? y si lo puede pagar también a 20 años o a 30 años», dijo el líder de la CPC en Radio Universo.
Uno de los que critica los dichos de Sutil es el diputado Leonardo Soto (PS), quien apuntó que se trata de «una afirmación completamente engañosa y a la vez desconectada de la realidad».
«Los sueldos que reciben los chilenos y chilenas están muy lejos de los que tienen los norteamericanos (…) afirmaciones como esa, de que se pueda con mucha normalidad adquirir propiedades en Miami, están a años luz de distancia de la realidad de los profesionales chilenos», explica Soto a El Desconcierto.
«Pero, ¿que más se le puede pedir a alguien que está en el 1% más rico del país sino una severa desconexión?«, dispara el parlamentario socialista.
Por su parte, la diputada independiente que entró con cupo de Convergencia Social (CS), Javiera Morales, discrepa con Soto en que no se puede esperar nada distinto de Sutil, y le pide que se ponga a la altura de la discusión.
«Yo esperaría que el presidente de la CPC, antes de dar cátedra, supiera que en Chile a un profesional no le alcanza para invertir fuera del país (…) quienes pueden invertir en una casa lo hacen en Chile para vivir en ella, y con créditos hipotecarios que producto de la inflación están subiendo mes a mes», sostiene Morales.
«Por eso es importante que el sector que él representa esté dispuesto en avanzar en una mejor distribución de la riqueza, apoyando la Reforma Tributaria que presentó el gobierno (…) una reforma que incluye el impuesto al patrimonio, que evidentemente lo pagarán ese 1% de quienes pueden ahorrar en el extranjero y que claramente no serán los profesionales comunes y corrientes, ni tampoco la clase media», concluye la abogada feminista.