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La batalla por el cartel del Apruebo de 30 metros cuadrados

Por: Talía Llanos Chacón | Publicado: 09.08.2022
La batalla por el cartel del Apruebo de 30 metros cuadrados Letrero del Apruebo de 30 metros | Cedida a El Desconcierto
Un empresario de 66 años cuenta a El Desconcierto por qué decidió enfrentarse al Servel, a los adherentes del Rechazo y al comando del Apruebo por una gigantografía que decidió instalar en su propiedad en favor del Apruebo. Un artículo de la Constitución vigente lo respalda.

“APRUEBO el Chile del mañana”. Eso dice el cartel que decidió instalar en su propiedad Guillermo Muñoz, residente y empresario de la comuna de Padre Hurtado.

La gigantografía, asegura, la financió de su propio bolsillo y mide 30 metros cuadrados: 15 de largo y dos de alto. La instaló en el segundo piso del inmueble, donde también funciona un gimnasio, una cafetería y una óptica.

Sin embargo, tras desplegar el cartel hace dos semanas, se ha tenido que enfrentar con todos: A los comandos del Rechazo, del Apruebo y el Servicio Electoral (Servel).

El inicio de los problemas

En conversación con El Desconcierto, Guillermo relata que dos sujetos, que no se identificaron pero que presume son adherentes del Rechazo, fueron los primeros en reprocharle el tamaño del cartel y lo denunciaron ante el Servel.

El servicio realizó una inspección en terreno para verificar la acusación y, al constatar la gigantografía, le envió una advertencia a Ezio Costa, encargado legal del comando del Apruebo.

¿La razón? Una “presunta infracción consistente en el despliegue de propaganda electoral en espacio privado superando las dimensiones permitidas”.

En el documento, al que tuvo acceso El Desconcierto, se instruye “subsanar el hecho infraccional, debiendo remitir el respectivo formulario 104 o en su defecto, retirar el elemento en cuestión, dentro de un plazo de dos días a contar de la presente comunicación”.

El choque con el Apruebo

Desde el comando del Apruebo confirmaron que recibieron la solicitud del Servel. «En función de lo regulado, nos contactamos con la persona para solicitar el retiro de la propaganda o la disminución del metraje», detallan.

Sin embargo, Guillermo Muñoz se mostró extrañado, porque él no forma parte de ningún comando. «Me llamaron para censurarme y sugerir que lo saque, en vez de defenderme», acusa.

Incluso, para evitar confusiones, cubrió parte del logo del lienzo con pintura blanca, para que no lo vinculen con el diseño oficial de la campaña.

“No pretendo pasar la boleta a nadie, esto es autogestión, no campaña. Soy una persona natural expresando mi opinión”, dispara.

¿Qué dice la ley?

De acuerdo con el Manual de Campaña Electoral, elaborado por el Servel para el Plebiscito, basado en la Ley 18.700, se podrá realizar publicidad política en espacios privados, siempre y cuando “la dimensión de esta propaganda no supere los seis metros cuadrados, por cada elemento instalado”.

Sin embargo, dicha norma solo regula a los comandos y partidos políticos, no a las personas naturales. ¿Qué pasa si alguien, con su dinero, desea instalar una propaganda electoral en su residencia? La respuesta está en la disposición transitoria 42° de la actual Constitución.

Dicho artículo señala que “no se entenderá como propaganda electoral la difusión de ideas o de información sobre actos políticos realizados por personas naturales”. Además, el texto subraya que esto es considerado un “ejercicio de la libertad de expresión”.

El empresario, consciente de sus derechos, se negó a retirar el lienzo, asegurando que no tiene ninguna conexión con el comando.

“Tengo 66 años, luché contra la dictadura, contra los abusos de los últimos 50 años, y esta vez no será una excepción. Aunque no tenga militancia política, sí tengo una clara conciencia de clase trabajadora”, concluye.

Por su parte, desde el comando del Apruebo señalaron a este medio que apelaron a la solicitud del Servel y que, al cierre de esta edición, no han sido multados por el organismo.

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