Una ansiada reforma estancada: Así va el proyecto que modifica el sistema de notarías

A más de cinco años de su ingreso al Parlamento el proyecto de ley para reformar el sistema de notarías y el nombramiento de los titulares aún duerme en el Senado. Esta propuesta legislativa es una bastante ansiada y reactiva una discusión histórica, que data desde 1997, año en el que se presentó la primera iniciativa para modificar el sistema de notarías.

Sin embargo, el fuerte lobby desplegado por estas entidades, sumado al lento trámite legislativo que han tenido los proyectos, ha hecho que este tema pase a segundo plano para los gobiernos. 

A principios de este año el ministro de Justicia, Luis Cordero, comentó que “por transparencia y competencia, es imprescindible seguir postergando la reforma al sistema de notarios”. Además de eso, aseguró que la institución de la notaría “es un lugar donde hay discriminaciones de precio, donde existe poca competencia, donde hay que poner énfasis en calidad de servicio, y eso implica tecnología, donde el régimen de supervisión y escrutinio debiera ser mucho más robusto del que tenemos en la actualidad”. 

Pero a pesar de estas declaraciones el proyecto aún sigue parado en la comisión de Constitución del Senado con varías mociones de urgencia simple del ejecutivo que no han surtido efecto hasta el momento. 

Las bases del proyecto 

La iniciativa fue ingresada el 11 de septiembre de 2018 por el entonces ministro de justicia, Hernán Larraín, quien expresó la necesidad de una modificación al sistema de notarías. 

Entre los puntos más destacados de la iniciativa se establece la creación de los fedatarios, quienes serían nuevos ministros de fe que podrían realizar los trámites más comunes y sencillos, aquellos que se denominan «de mesón» en las actuales notarías. 

De esta forma, habría fedatarios privados, que serían abogados que deberán cumplir con ciertos requisitos para certificarse, y fedatarios públicos, que serían los secretarios municipales de cada uno de los municipios del país, o los oficiales del Registro Civil de cada zona. 

Asimismo, habría un «Consejo resolutivo de nombramiento de notarios, conservadores y archiveros», que tendría como función resolver los nombramientos de estos. En esa línea las ternas elaboradas por el Poder Judicial solo podrían considerar a los 10 mejores puntajes de cada concurso, y se terminaría con los cargos vitalicios de los notarios al poner un límite de los 75 años de edad para el ejercicio de la función, o haber pasado 21 años en una misma notaría. 

Además se establecen nuevos criterios para la creación de notarías, atendiendo a la caracterización demográfica, actividad económica, proporcionalidad territorial y desconcentración urbana. 

Igualmente el proyecto de ley faculta al Registro Civil a certificar todos los hechos que estén en los registros del Estado sin necesidad de ir a un notario, como es el estado civil de una persona, o el ser «hijo de», o el mero hecho de estar vivo. 

Poco avance y las otras iniciativas

Durante su trámite en la Cámara de Diputados el proyecto paso de forma bastante rápida la comisión correspondiente y fue aprobado con una gran base de apoyo. Pero desde el 2020 en adelante su recorrido simplemente se estancó. Al respecto, el ahora Comisionado Experto, Hernán Larraín, comenta que “esta situación es completamente inexplicable, por qué no avanza este proyecto para mí es un misterio”. 

El historial de propuestas legislativas que proponen cambios a las notarías es bastante grande, desde 1997 son 17 los proyectos de ley que han pasado por la Cámara Alta. De todos estos, 11 se encuentran “en tramitación” y solo algunos proyectos, principalmente los que agilizan los trámites que se deben hacer, han llegado a ser ley. 

En efecto, en el Senado, de los 17 proyectos presentados en definitiva sólo dos han sido aprobados. El primero de ellos fue aprobado el 2003 y tenía relación con la aplicación del Código del Trabajo en los funcionarios de los conservadores de bienes raíces, notarías y archiveros. El antecedente más próximo que se tiene es de 2011 que estableció algunos cambios a los trabajadores. 

Por su parte el panorama en la Cámara de Diputadas y Diputados parece ser aún más desolador para la reforma, al menos a la luz de la historia reciente, ya que desde la década de los 90 se han ingresado 28 proyectos de ley, de los cuales solo tres han sido aprobados.

Actualmente el proyecto se encuentra en la etapa de la escucha de audiencias, pero aún esta envuelto en un manto de incertidumbre. Recién después de las primeras audiencias se podrán sacar conclusiones respecto del futuro de la reforma.