Según confirmaron a EFE fuentes oficiales, el jefe de Estado argentino se desplazará a Chile desde India, donde participará en la Cumbre del G20, que se celebrará el 9 y 10 de ese mes, como ya se había informado semanas atrás por parte de la Presidencia.
Su agenda en Santiago será la oficial del país anfitrión, que incluye el gran acto central del 11 en La Moneda, y no tiene previstas, al menos por el momento, reuniones bilaterales, según indicaron las fuentes.
En su agenda inmediata de septiembre, aunque aún se perfilan los detalles, se encontrarían también los viajes a Cuba para participar en la Cumbre del Grupo de los 77 (G77) en La Habana, el 16 de septiembre próximo, antes de asistir a su última Asamblea General de Naciones Unidas como presidente el 18 y 19.
Fernández concluye su mandato el próximo 10 de diciembre, cuando entregará el bastón presidencial a quien gane las elecciones del 22 de octubre -o eventualmente el 19 de noviembre, si hay segunda ronda-, tras decidir no presentarse a la reelección.
La conmemoración de los 50 años del golpe de Estado que elevó al poder al dictador Augusto Pinochet (1973-1990) está generando gran división en nuestro país, sobre todo después de que Gabriel Boric, anunciara en junio que convocará a los partidos a firmar una declaración conjunta sobre lo ocurrido el 11 de septiembre de 1973, algo a lo que la derecha y la ultraderecha se oponen.
Días después de esa declaración, el gobernante pidió a las fuerzas parlamentarias un «consenso mínimo y razonable» sobre el golpe, aunque aclaró que no busca «imponer una versión oficial», sino construir un «futuro compartido y no un futuro que divida».
La dictadura de Pinochet dejó cerca de 40.000 víctimas, entre torturados y presos, y más de 3.200 opositores ejecutados, de los cuales un tercio permanecen aún desaparecidos, según datos oficiales.