Luis Cordero, ministro de Justicia y Derechos Humanos, se emocionó hasta las lágrimas al recordar el sufrimiento de su abuela, quien perdió a dos de sus hermanos, actualmente detenidos desaparecidos de la matanza de Paine durante la dictadura de Pinochet.
En conversación con el programa “50 años en primera persona” de Radio Pauta, el secretario de Estado confesó que “mi padre era un funcionario de Carabineros y sus dos tíos eran detenidos desaparecidos”.
“Mi abuela vivía su dolor, pero no era activista. Lo que pasa es que la tragedia de Paine no son dirigentes políticos, son campesinos. Cuando uno mira la tragedia de Paine, pasa en un entorno en que los perpetradores viven ahí mismo, entonces, es un dolor de comunidad muy grande”, añadió.
Es ahí cuando señaló, con voz quebrada, que “probablemente, a mi abuela le costó mucho reponerse de la ausencia de sus hermanos, tal vez de ahí venía su silencio”.
Un encuentro que lo emocionó
Casi sin poder contener las lágrimas, el ministro Luis Cordero mostró sus sentimientos cuando se reunió con la Agrupación de Detenidos Desaparecidos de Paine.
“Ellas llegaron con un durazno y una mermelada. En ese momento yo me quebré un poquito… porque sentí volver a mi abuela”, dijo entre lágrimas.
“Fue la primera vez que yo vi a mi tía con la foto de su papá colgada en el pecho y ese día la vi. Entonces era un momento de mucha familiaridad, pero también yo estaba asumiendo un rol ahí”, añadió cuando pudo recobrar la voz.
Finalmente, confesó que cuando el Presidente Gabriel Boric lo nombró ministro de Justicia, desconocía su historia familiar y que recién se enteró en una entrevista que brindó hace poco a un medio español.
“Cuando yo asumí, el Presidente no sabía de mi biografía. Cuando sale la entrevista en El País, el Presidente me escribió y me dijo: a veces no tenemos tiempo para hablar de nosotros”, cerró.